Contextos y circunstancias de la nueva paternidad. En busca del instinto paterno. Implicaciones para la terapia familiar

Introducción

¿Qué es la paternidad?, ¿Cómo debe definirse?, ¿Cuáles son el rol y la responsabilidad de un padre hoy en día? En principio, hay que reconocer que en la actualidad es más común ver que los hombres muestran los sentimientos hacia sus hijos abiertamente, frente a generaciones anteriores, y que la relación con su pareja en el aspecto de su crianza es más igualitaria. Este nuevo arquetipo de padre está generando cambios en la vida familiar y desafiando la noción tradicional de masculinidad.

Sin embargo, creo que no existe una respuesta universal a la paternidad, no solo por su condición histórico-cultural, sino también por su complejidad social. 

Circunstancias

Ser padre está relacionado con circunstancias específicas que definen y demandan una gran variedad de roles. Por ejemplo, no es lo mismo afrontar la paternidad cuando uno es adolescente que en edad avanzada, o ser padre de un bebé que de un adolescente; no es lo mismo ser padre de uno que de cuatro hijos; no es lo mismo ser padre soltero que con pareja; tampoco ser padre antes que después de un divorcio; no es lo mismo compartir la paternidad dentro de una relación heterosexual que con una pareja del mismo sexo, ni ser padre ocasional que de tiempo completo; no es lo mismo ser padre en México que en Inglaterra; no es lo mismo ser padre de hijos de una sola pareja que de varias parejas, o ser padre de un hijo discapacitado que de un vástago sin problemas físicos; no es lo mismo ser padre de hijos biológicos que adoptivos, o ser padre de una niña que de un niño, etc. Cada una de estas modalidades de ser padre exige diferentes respuestas. La paternidad como discurso envuelve una complejidad social enorme que es imposible concebir como una variable independiente.

Actualmente existe una gran variedad de publicaciones obre el tema de la paternidad, que esta ubicado como problema y tema de análisis de genero. Esto es el resultado del aumento de cambios sociales-economicos que han puesto al padre ante una poscion de responsabilidad distinta y por el aumento de cibras de padres solteros, especialmente en paises ricos. Por ejemplo, en Estados Unidos//// en Inglaterra, etc????Actualmente las cifras de padres solteros estan aumentando en los paises de occidente, por multiples circunstancias, por decisión propia, por decisión forzada, por una transcion lenta, inesperada o repentina. Por otra parte, el tema de paternidad siempre ha estado latente en los ecriso sobre la familia, especialmente en los de corte feminista.Contextos

Como terapeutas familiares que utilizamos la narrativa sistémica, en términos generales la paternidad hay que entenderla como una interaccioninteracción social en diferentes dirección y complejidades; por ejemplo, en la pareja, en la familia nuclear y extensa, en la comunidad y en la cultura. En ese sentido, la nueva paternidad hay que situarla siempre en el encontexto social y circunstancial, por lo menos familiar. , sobre todo en la forma de vida de las nuevas familias.En consecuencia, es imposible hablar de paternidad o masculinidad sin referirnos por lo menos a sus contrapartes inmediatas: la maternidad y la familia.

También utilizamos como contexto de análisis la tensión entre la modernidad y la postmodernidad. Así, hablaremos de padres tradicionales, de padres modernos y de padres postmodernos. Este marco contextual de análisis nos ha conducido tambien ha reconocer otro tipo de paternidades que se dan en contextos pobres de Latinoamerica, especialmente México.

En este breve trabajo estudiaremos varias maneras de ser padre. Por una parte, analizaremos los cambios del rol paterno como consecuencia de la modernidad, y, por otra, revisaremos algunos discursos alternativos que se refieren a otros tipos de paternidad que están fuera de la familia nuclear.

Al final incluyo una breve reflexion sobre mi experiencia como padre soltero yestablezco propongo algunos puntos generales sobre las implicaciones de la nueva paternidad para la terapia familiar.

El padre tradicional

Antes de examinar las nuevas formas de padres surgidas en las últimas decadasdécadas, es necesario detenernos por un momento en la familia tradicional y la manera en que se ha expresado la paternidad. En principio, es curioso el origen del término familia, ya que está estrechamente relacionado con una concepción tradicional, pues procede de una palabra latina derivada de famulus (sivientesirviente), que originalmente aludía al lugar donde todos los esclavos y sirvientes vivianvivían bajo un mismo techo; después, el vocablo pasó a designar el hogar donde viviavivían el senor señor de la casa, la esposa y sus hijos, asiasí como los sirvientes. Representa lo que comúnmente se conoce como cultura patriarcal tradicional, que parte de un discurso que define los roles dentro de la familia, incluida la paternidad, como si fueran preestablecidos por razones naturales o divinas, por lo que eran asumidos y no eran motivo de reflexión o estudio..

Por multiples razones especialmente economicas, en otras clases sociales tambien el hombre de la casa era el que tenia el poder absoluto y dictaba las reglas y normas de la casa. Esta manera de organización familiar es denominado como patriarcal. ¿? 

El impacto de la modernidad en la paternidad

El movimiento moderno se origina como respuesta al conocimiento tradicional que organizaba la vida cotidiana en la Europa del siglo XVII. Con base en la razonrazón científica, la modernidad se distingue principalmente por su orientación al cambio mediante una cultura de creación de conocimientos y tecnologías que conduzcan a la transformación y el desarrollo de la vida social: lo que comúnmente se conoce como progreso.

Las sociedades modernas basan su desarrollo en la ciencia, la cual ha hecho posible la industrialización, y especialmente la creación de nuevas tecnologiastecnologías de comunicación. Las sociedades modernas, a la vez, establecen sus cambios sociales mediante la institucionalizacioninstitucionalización de sus organizaciones, entre las cuales se encuentra la familia. De hecho, la familia como institución central de la sociedad moderna es objeto de estudio y reflexión diadía a diadía en las sociedades modernas.

Los estudios sociales pioneros sobre la familia aparecen en las primeras cuatro decadasdécadas del siglo XX en Europa y Estados Unidos; destacan especialmente los trabajos de los antropólogos y de los sociólogos. La mayoriamayoría de los estudios concordaba en que la familia nuclearnuclear, en su forma patriarcal, era el modelo a seguirel eje donde se sostienen para las sociedades modernas (Murdock, 1949; Goldthorpe, 1987). El propio Talcon Parsons (1994) situosituó a la familia nuclear como el tipo de estrucuturaestructura ideal que no entra en conflicto con los requerimientos de la economiaeconomía industrial. Por otra parte, la mayoría de los estudios sociales tambientambién defendía la idea de que la familia nuclearnuclear patriarcal cumplcumplíae con cuatro funciones basicabásicas: sexualidad, reproducción, socialización y economía (Murdock, 1949).

La pareja complementaria vs. simetrica

Teniendo en cuenta esta conceptualización estructural y funcional de la familia, se definiadefinían implícitamente los roles parentales que les correspondian al padre y a la madre. Por ejemplo, Parsons (1994) senaloseñaló en los años cuarenta que el esposo-padre era quien proveía de los recursos economicoseconómicos mediante un empleo, mientras que la esposa-madre se quedaba en casa para velar y cuidar de las necesidades emocionales de los miembros de la familia, de modo que describía al esposo como el liderlíder instrumental y a la esposa como lael liderlíder expresivo. Tal diferenciación de roles entre la pareja, en opinionopinión de este autor, era imprescindible, «tanto para las necesidades de la propia estructura social como para no establecer una relacionrelación de competencia entre la pareja que pudiera minar la solidaridad de la relación de los esposos» (pag.pág. 55).

«El padre, bajo esta tradición, es visto como miembro periférico con relación al cuidado y socialización de los hijos. Y cuando interactúa transmite su rol de proveedor y protector, la persona que es idealmente fuerte y controladora» (Lupton y Barclay, 1997). 

La investigación social sobre la familia bajo la teoría estructural-funcionalista dominó durante más de treinta años, e influyó directamente en la generación y el desarrollo de políticas orientadas a estimular la familia nuclear en su forma patriarcal, así como en la creación de nuevos campos de intervención profesional como la terapia familiar sistémica (Medina, 2001).

La pareja simétrica

Más tarde, en 1974, cContradiciendo esta idea, Young y Willmott predijeron la aparicionaparición de la pareja simétrica en Inglaterra como producto de la modernidad. Hipotetizaron que la tecnología, al cubrir los trabajos masmás arduos y aburridos, extenderiaextendería los empleos y labores de las familias de la clase media hacia abajo. Ello produciriallevaría a las mujeres de clase trabajadora a elegir entre trabajo en el hogar o fuera de la casa y aumentaría la eleccionelección de carreras ocupacionales, por lo que sería cada diadía masmás similar el trabajo de los cónyuges y se generaría una relación entre la pareja más simétrica, sobre todo en las labores del hogar y el cuidado de los hijos..

En este mismo sentido, C. Díaz (1999) señala que hoy en día en España han aumentado considerablemente las familias basadas en la relación simétrica y que han sustituido a la relación patriarcal. Esto se debe principalmente al cambio de comportamiento de las mujeres: su integración en las universidades y el trabajo, el uso de anticonceptivos, la decisión de tener pocos hijos y a avanzada edad.

Asimismo, en Gran Bretaña, J. Lewis (1998) presenta el avance de una interesante investigación, «Matrimonio y cohabitación en dos generaciones», donde señala que de una generación a otra, por un parte, es explícita la negociación en el trabajo del hogar, el cuidado de los hijos, el uso del dinero y del tiempo, y, por otra, se advierte un cambio en el discurso entre la pareja: se habla de tener más «libertad e independencia personal».

Por otro lado, la sobreinformación y la protección en las sociedades modernas es otro de los aspectos que se suma n a la generación de nuevos padres. Los hijos en la sociedad actual son sagrados, y su venida a este mundo está altamente planificada, con miras a educar personas de éxito en el futuro (Lupton y Barclay, 1997), por lo que hoy se requiere más inversión de tiempo y de dinero, involucrando con ello más al padre, aunque tengo la ligera sospecha de que esta sobreinformación sobre el «buen» cuidado de los hijos es otro invento de la economía consumista.

En resumen, en la cultura moderna han aparecido las parejas basadas en la relación simétrica, donde la constante negociación es una práctica cotidiana, especialmente sobre las responsabilidades en el cuidado y la crianza de los hijos. Esto ha generado que los padres inviertan más tiempo en sus hijos y que experimenten, por lo tanto, nuevos sentimientos y responsabilidades paternas que las últimas generaciones no conocieron. Este es, en términos generales, el nuevo padre dentro de la familia nuclear moderna.

La investigación social de la familia bajo el la teoria estructural-funcionalista y en el marco de la modernidad impacto directamente en la generación y desarrollo de políticas orientadas a estimar la familia nuclear, y por otra permitio la creación de nuevos campo de intervención familiar, como la terapia familiar sistemica (Medina, 2001). 

El problema fundamental de esta tradición es considerar los resultados de la investigación ahistorico y universales. Poniendo a su propias instituciones, en el impacto de la postmodernidad en la paternidad

Aunque el concepto de postmodernidad es muy amplio, para los fines del presente trabajo sólo nos referiremos a aquella acepción que establece un marco crítico para la ciencia positiva. La epistemología postmoderna se basa en las siguientes cuatro propuestas:

Rescata tipos de discurso que el conocimiento científico no incluye.

Propone introducir en el quehacer científico la reflexión ético-moral como elemento sustantivo que garantice el respeto a la diversidad y a la diferencia, un aspecto necesario hoy en día por la manera en que algunos grupos usan los productos de la ciencia y abusan de ellos en nombre de la verdad universal y del progreso.

Metodológicamente, en términos generales, propone el análisis de un discurso que, en principio, busque respuestas en las explicaciones que dan los actores que construyen su propia realidad local.

Porque no todo vale, sitúa el conocimiento en un marco crítico que permita generar nuevas posibilidades de vida.

La postmodernidad ha generado nuevas perspectivas sociales e intenta rescatar, reconocer y valorar otro tipo de discursos y formas de vida que no incluye el discurso dominante. La familia ha sido un objeto de estudio que se ha beneficiado de este nuevo contexto crítico. Así, se ha desmitificado la familia nuclear como la organización normal y universal para reconocer otras formas de vida que también son llamadas familias, lo que produjo «una especie de big bang en la sociología de la familia» (Cheal, 1991, pág. 8). Hoy en diadía, especialmente en los países ricos, existe una tendencia a hablar de «familias alternativas» (Weeks, Donovan y Heaphy, 1999), diferenciadas por clase, raza,, etnia, cultura, historia o preferencias, y se reconocen otros tipos de estructura familiar como las basadas en la monoparentalidad padres solteroso, las familias de elección. En varios paisese especialmente en Europa y Norte America políticamente hoy se aceptan una gran diversidad e tipos de familias, como es el ejemplo de las familias monoparentales.

El impacto del movimiento feminista en la nueva paternidad

Probablemente un pensamiento que represente las ideas que defiende la postmodernidad sea el feminismo. De nuevo fueron Young y Willmott en 1974 quienes predijeron que el movimiento feminista influiría en las siguientes generaciones y que se verían afectados los roles tradicionales de la pareja; especialmente el cuidado de los hijos sería un tema fundamental que produciría cambios sustantivos en la cultura patriarcal.

Hoy cabe reconocer que los estudios de las feministas han puesto en evidencia muchos de los mitos construidos sobre la familia nuclear en su forma patriarcal que defendía la sociología estructural-funcionalista. Por ejemplo, el trabajo pionero de Jessie Bernard (1972) demostró que en la unión marital existen dos matrimonios a la vez: el de ella y el de él. Con ello se pone de manifiesto no solo la importancia de las diferencias entre los géneros, sino también, y sobre todo, la relación de poder que ha impuesto el hombre a la mujer en una cultura del hombre y para el hombre.

Más que una denuncia política, creo que la gran contribución de los estudios feministas es haber redefinido el campo de investigación de roles sociales entre los individuos, haciendo posible , de este modo, la inclusión de una gran variedad de estilos de roles que no necesariamente están relacionados con el tipo de sexo, sino con preferencias y prácticas socioculturales. Así, han ofrecido un nuevo marco co nceptual donde puede ser explorado lo femenino y lo masculino en su condición histórico-cultural.

La gran variedad de estudios feministas sobre el género influyó directamente en el concepto de masculinidad y produjo nuevos estilos de ser padre. Las relaciones entre la pareja se hicieron más simétricas, y la negociación día a día sobre lo que significa ser padre-hombre y madre-mujer crearon una parentalidad más igualitaria y, en consecuencia, nuevas maneras de ser padre y madre.

Probablemente uno de los aspecto que ha contribuido a generar cambios dramáticos en la estructura y funciones de la familia en los ultimos anos es el aumento del divorcio. Esto hizo que proliferaran los segundos y terceros matrimonios, y apareciera en escena las madres solteras y los padres solteros.

Padres homosexuales

Aunque hay que reconocer que de una generacion a otra exiten mas espacios cotidianos donde se acepta la diversidad y complejidad cultural.Una de las ventajas de ubicar la investigación sobre la paternidad en el marco de los estudios de género es que permite ver y reconocer una gran variedad de formas de ser padre; una de estas variedades son los padres homosexuales.

A pesar de que hHoy las familias basadas en la relacionrelación lesbiana o gay son una realidad,las cuales siguen siendo estigmatizadas y no son reconocidas institucionalmente,legalmente por lo que afrontan graves problemas de marginacion marginación. Por ejemplo, la falta de una legislación que regule igual que para las parejas heterosexuales los derechos de herencia, las pensiones, el seguro médico y social, los préstamos para vivienda, la inmigración, etc., así como el derecho a la adopciónadopción y custodia de los hijos cuando una pareja se separa son problemas actuales.

La paternidad en la relacionrelación gay es una realidad que se tiene que reconocer bajo una nueva perspectiva que permita comprenderla a través de los propios actores que la generan diadía a diadía, que no tiene que ver con la relación heterosexual. Al respecto, Weeks, Donovan y Heaphy (1999) señalan que la falta de reconocimietoreconocimiento tanto social como legal de la parentalidad basada en la homosexualidad ha generado que este tipo de parejas se enfrente a cuestiones masmás complejas de obligación, compromiso y responsabilidad hacia los hijos y la propia pareja que las de tipo heterosexual.. Por ejemplo, actualmente parejas de lesbianas discuten con amigos homosexualesgays acerca de la insiminacioninseminación artificial, concibiendo hijos de esta forma; esto ha creado una complejidad particularserie de cuestiones acerca del rol del padre donador en la co-parentalidad, y es, algunas veces, sujetos de discusiones verdaderamente compleja. Este tipo de acuerdo parentales son compjejos, en la que están implicados padres biológicos, amantes, ex amantes e incluso toda la familia. 

Estos autores dan muestran ejemplos de esta clase de familia. Analizan la peculiar, como el tipo de estructura yrelación que mantienenen los padres gays de una ninaniña de 12 años y dos madres lesvianaslesbianas que viven cerca (Ibidibíd., pag.pág. 96). En este caso, la hija se refiere a sus papás y a sus mamás, que son quienes componen su grupo familiar.

Actualmente en Inglaterra se ha abierto un debate en el Parlamento sobre el derecho a la adopción de las parejas homosexuales. Uno de los puntos que se argumentan a favor es que los hijos necesitan antes que nada un contexto familiar donde se les respete, escuche, quiera, reconozca y valore, y los padres heterosexuales en el marco de la familia nuclear tradicional no siempre garantizan tal contexto.

Para sorpresa de muchos, el 22 de junio de 2000, en el Parlamento de Navarra (España) se ha aceptado una ley que permite a parejas de gays y lesbianas adoptar niños o niñas. Lo que principalmente se hizo fue reconocer otros tipos de parejas con derecho a la adopción que no necesariamente sean heterosexuales: «la ley foral de Navarra otorga el concepto de pareja estable, que, con independencia de su orientación sexual, es definida como la unión de dos personas mayores de edad que conviven durante un año» (Pastor, 2000).

Los autores concluyen que lLa paternidad desde la relación homosexual se vive y se construye de forma distinta; este tipo de discurso de relaciones no heterosexuales acerca de responsabilidad, cuidado, socializacionsocialización, educación, amor y necesidades paternales ha generado nuevas maneras de masculinidad y, con ello, de familia.

El impacto del divorcio en la nueva paternidad 

En los últimos años, otro de los aspectos que han contribuido a generar cambios dramáticos en la paternidad es el aumento del divorcio.

En Gran Bretaña, entre 1980 y 1990 se llevó a cabo un debate en torno a la paternidad, especialmente el problema del rol del padre después del divorcio. El aumento del divorcio puso en crisis la paternidad tradicional, sobre todo la que parte de la cultura patriarcal, ya que muchos de los hijos perdían a su padre. La ruptura no era sólo con la esposa, sino también con los hijos, quienes perdían todo contacto afectivo y social con el padre. A pesar de producir una crisis social, tal debate dio como resultado una ley, que denominaron The children Act 1989, dirigida a redefinir los compromisos y obligaciones de la paternidad después del divorcio, pero que afectó también al papel de la maternidad. En términos generales, se intentaba establecer una nueva concepción de la paternidad.

Aunque en líneas generales ha resultado beneficiosa, C. Smart (1999) señala que esta ley tiene graves deficiencias, ya que la nueva paternidad, a pesar del divorcio, se construye sobre la base de la relación con la ex esposa y no con los hijos, sobre todo cuando estos son menores de edad; así, aparece un nuevo estilo de relación entre los ex cónyuges que afecta sobre todo a la paternidad. «Los nuevos padres son más comunicativos y flexibles» ante indicaciones de la madre referidas a la alimentación, el cuidado, la rutina, la higiene, la enfermedad de los hijos, etc. (ibíd., pág.103).

Padres fantasmas (de las madres solteras)Padres rotativosPadres solteros

Actualmente, las cifras de padres solteros están aumentando en los países de Occidente por múltiples circunstancias: el divorcio, la emigración por motivos de trabajo, la enfermedad o muerte de la esposa, el abandono al padre y los hijos, etc. Estas circunstancias pueden deberse a una decisión propia o forzada, y pueden caracterizarse por una transición lenta, inesperada o repentina. En los Estados Unidos de Norteamérica, por ejemplo, existen 1,4 millones de padres solteros que se clasifican conforme a la siguiente variedad: padres que tienen esposa pero que estanestán trabajando en otro lugar, padres divorciados que comparten la custodia de los hijos o los tienen a tiempo completo, padres que afrontan una enfermedad severa de su esposa o pareja, y el viudo que se convierte en padre soltero (Davis y Borns, 1998).

Esto ha generado cambios radicales en algunos padres, sobre todo aquellos que han asumido la responsabilidad total de los hijos. En estos padres se ha detectado una nueva sensibilidad que denominamos instinto paterno.

Narrando una experiencia personal: construyendo el instinto paterno 

Por extrañas circunstancias, y con la ayuda de mis amigos, esta conferencia sobre la nueva paternidad coincidió con mi condición actual de padre soltero como resultado de la muerte de mi esposa. Soy padre de un niño de cuatro anos, Alex, y de una niña de dos, Nicole. 

La siguiente narración relata mi experiencia como padre soltero. Aunque no tiene ninguna fundamentación científica, creo que complementa el presente trabajo, ya que, en mi opinión, en algunos temas es imposible desligar el discurso científico de la biografía personal, y en muchos casos tal experiencia no contamina el conocimiento científico, sino que lo enriquece y le da vida.

Es de todos conocida la expresión instinto materno, que evoca una peculiaridad natural femenina sobre la maternidad y a la vez niega la posibilidad de que un hombre pueda tener tal instinto.

En mayo de 1996, el nacimiento de mi hijo Alex me convirtió en padre. En aquel entonces, mi esposa y yo acordamos que seguiría trabajando a tiempo completo fuera del hogar y ella se encargaría del cuidado de Alex en la casa. Esto no significa que no interactuara con él, que no estableciéramos una relación emocional estrecha y que no me hiciera responsable de él en ciertas ocasiones, sobre todo cuando estaba en casa. 

Aunque reconocía entre Alex y mi esposa una relación particular (lo amamantó más de ocho meses), durante ese tiempo veía y sentía que compartían un mundo aparte mediante un lenguaje corporal que solo ellos podían entender; por ejemplo, cuando Alex tenía hambre, sed, calor, frío , un cólico, etc. Mi explicación y consuelo de dicho entendimiento entre ellos como padre era que se debía al instinto materno.

Otro de los acuerdos que teníamos era que durante la noche ella se levantaría cuando Alex llorara. Es extraño; pocas veces me daba cuenta de que Alex se despertaba durante la noche (no lo escuchaba), aunque mi esposa me comentaba que a veces Alex se despertaba hasta seis veces. De nuevo mi justificación era el instinto materno.

En febrero de 1998 nació Nicole y seguimos con los acuerdos, aunque mi responsabilidad y tiempo aumentaron, principalmente con mi hijo Alex. Este fue un momento importante en que viví de otra manera mi paternidad. Estaba ante un niño de dos años que se expresaba con una lógica particular que aprendí en mi interacción cotidiana con él.

En junio del mismo año se le diagnosticó a mi esposa cáncer de pecho. Ese fue otro momento en que mi práctica cotidiana como padre cambió radicalmente, pues dediqué más tiempo a mi esposa y a mis hijos. Durante año y medio luchamos juntos en contra de esa enfermedad maligna, aunque el pronóstico cada día era peor y, según los doctores, la muerte, tarde o temprano, era inevitable. Tal circunstancia me llevó a hacerme cargo de mis hijos a tiempo completo y cambió mis responsabilidades como padre radicalmente. 

Cada día aprendía algo distinto: desde el cambio de pañales hasta entonar una canción de cuna. Hoy, mis hijos y yo formamos una relación estrecha donde compartimos un lenguaje común. Por ejemplo, durante la noche, aunque esté dormido, escucho cada movimiento de mis hijos, interpreto cuándo están cansados, enfermos, tienen hambre o sed, quieren jugar, dormir o descansar. Aunque, curiosamente, ellos también me escuc han, están al tanto de mí, cosa que explica la naturaleza interactiva de la paternidad. 

Por otra parte, he experimentado también cambios radicales en la manera de expresar mis sentimientos hacia ellos; me sorprende ver que una caricia y una palabra que exprese amor son distintas para Alex y para Nicole, y estoy seguro de que no es sólo por la diferencia de edad, sino también por la diferencia de sexo. 

Todo ello me hace pensar que ha surgido en mí, probablemente, un instinto paterno. 

Esta nueva manera de enfrentarme con mi masculinidad, mediante la práctica paterna, seguro que está relacionada con mi historia personal, es decir, con la madre que siempre estuvo a mi lado cuando era un bebé y un niño y que hoy forma parte de mi identidad como hombre, así como con mis actuales circunstancias, que con la enfermedad de mi esposa y su posterior muerte me hicieron interactuar día a día con mis hijos de forma distinta, descubriendo no solo una forma de vida difícil y agobiante, sino también fascinante, desafiante, interesante y altamente satisfactoria.

Más allá de la modernidad y la postmodernidad: la pobreza y la nueva paternidad en Latinoamérica

La modernidad y la postmodernidad como formas de vida no encuentran un sentido lógico en Latinoamérica. No es posible aplicar la clara evolución de las prácticas paternas tradicionales, modernas y postmodernas de los países anglosajones a una realidad como la latinoamericana. La propia historia de esta región nos hace ver que existe una serie de precondiciones económicas y culturales que hacen de la paternidad un híbrido imposible de categorizar de una sola forma. Especialmente la pobreza ha generado estilos de vida que sitúan a muchas familias en desventaja, creando una dinámica familiar peculiar.

Por ejemplo, el antropólogo Oscar Lewis identificó en los años cincuenta toda una cultura de la pobreza en familias que emigraron del campo a la ciudad como resultado de la miseria. Su investigación , con un estilo metodológico sociobiográfico, pudo reconocer una serie de paternidades sui generis. Por ejemplo, en la familia Sánchez (1997), Jesús Sánchez, a pesar de que ha tenido hijos con cuatro mujeres distintas, cada una de las cuales tenía hijos de matrimonios anteriores, siempre ha tenido un sentido de responsabilidad para sus diversas mujeres e hijos, a ninguno de los cuales abandonó, y expresó siempre un cariño especial hacia ellos. Esta estructura atípica de familia tradicional, que no tiene nada que ver con la familia nuclear moderna o con las familias postmodernas, no hace que Jesús renuncie a su paternidad y exprese su apoyo y amor a sus hijos e hijastros peor que muchos padres que viven en el contexto de una familiar nuclear de clase media alta.

Este breve análisis de un tipo de familia mexicana, que desde los años cincuenta hasta la fecha va en aumento, sirve sólo para reflexionar sobre la complejidad social y cultural que envuelve la paternidad, un tema de estudio imposible de analizar como variable independiente y hacer de los resultados de investigación un conocimiento universal y ahistórico.

Mas alla de la modernidad y postmodernidad: La pobreza y la nueva paternidad en Latinoamérica.La modernidad y la postmodernidad como formas de vida no encuentran un sentido lógico en Latinoamérica, la clara evolucion de practicas paternas tradicionales, modernas y postmodernas de los paises anglosajones no es posible visualizara en una realidad como Latinoamérica. La propia historia de esta region del planeta nos hacer ver que existen una serie de precondiciones economicas y culturales que hacen de la paternidad un híbrido imposible de categorizar de una sola manera. Especialmente la condicion de pobreza ha genrado estilos de vida que situan a muchas familias en desventaja.El antropólogo Oscar Lewis, por ejemplo identifico toda una cultura de la pobreza en familias que emigran del campo a la ciudad como reultado de la miseria. Su investigación bajo un estilo metodologico socio-biografico pudo reconcer una serie de paternidades sui géneris como parte de la cultura de la pobreza. Por ejemplo, en la Familia Sánchez (1997), Jesús Sánchez a pesar de que ha tenido hijos con cuatro mujeres distintas, cada una de las cuales tenia hijos de matrimonios anteriores, Jesús tiene un sentido de responsabilidad para sus diversas mujeres e hijos, ninguno de los cuales abandono y expreso siempre un carino especial hacia ellos. Esta estructura atípica de familia, que no tiene nada que ver con la familia nuclear que defiende una moral tradicional, no hace que Jesús renuncie a su paternidad.

Implicaciones de la nueva paternidad para la terapia familiar

Tal como hemos visto, no existe una manera de ser padre sino muchas, y estas dependen de circunstancias y contextos de las familias. Este nuevo contexto familiar requiere nuevos terapeutas que vayan más allá del conocimiento tradicional e incorporen en sus conocimientos y prácticas nuevas maneras de ver y tratar a la familia. Con ello queremos decir lo siguiente:

1. No asumir o dar por sentado un discurso particular de masculinidad, en este caso de paternidad, siempre articulado en torno a la familia nuclear, que peligrosamente organiza de manera implícita nuestras prácticas terapéuticas.

2. Generar nuevas simbologías de género que dibujen genogramas que vayan más allá de la distinción sexual, conduciéndonos a ver nuevos mapas y relaciones. 

3. Aceptar y reconocer la diversidad de formas de familias y con ello de paternidad, permitiendo así enriquecer la práctica clínica. Aunque también es importante señalar que hay que enfrentar el conocimiento de la nueva diversidad paternal a una reflexión ético-crítica con el objetivo de no hacer del tema un riesgo para los miembros de la familia, porque no siempre todo vale.

4. Hacer del contexto terapéutico un campo de investigación empírico excepcional donde se saben explorar y comprender las nuevas formas de padre que están surgiendo día a día, y especialmente nuevas maneras de masculinidad en el contexto de la familia.

5. Encontrar en la Entendida la paternidad como una practica discursiva diversapaternidad un recurso atractivo para crear cambios hacia todo el sistema familiar:

. Por ejemplo: 

Para reconocer en las familias su propia manera de entender y tratar la paternidad con el fin de comprender la dinamicadinámica familiar en torno a este tema.

Para hacer de la nueva paternidad un discurso alternativo que puede conjugarse con nuevas formas de la maternidadmaternidad, generando en los hijos nuevos estilos de género que posiblemente reproducirán en las siguientes generaciones. Por ejemplo, si queremos hacer de la paternidad un recurso, es necesario analizar cuándo un padre tradicional ha mostrado sentimientos y comportamientos hacia los hijos que han dejado sorprendida a toda la familia, pues estos momentos alternativos pueden ser útiles en la terapia. 

Y para explorar con la familia nuevas manerasformas de paternidad con el fin de no solo resolver problemas, sino de generar nuevos estilos de vida a medio y largo plazo. 

Notas

* Trabajo presentado en las V Jornadas internacionales IKAS-DICTIA de terapia familiar, en Bilbao (España), celebradas del 19 al 24 de junio de 2000.

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Publicado en Perspectivas Sistémicas Nº 63, Septiembre / Octubre 2000

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