Migración, perdida ambigua y rituales 

Las limitaciones y las posibilidades de la globalización han afectado a todos los países del mundo. Grandes números de gente se mueven de un país a otro, de una ciudad a otra, y del campo a la ciudad. Las migraciones han contribuido a la emergencia de nuevas formas de familias, familias transnacionales, que viven literalmente en un lado y en otro, fragmentadas, sufriendo desventajas, y también ventajas, tanto para aquellos miembros de la familia que se van como para los que se quedan en el país de origen. Estos últimos, inmigrantes por carácter transitivo muchas veces van a consulta pero como no se han ido, no necesariamente mencionan las pérdidas y por lo tanto, los terapeutas no piensan frecuentemente que los síntomas presentados pueden estar relacionados con los cambios ocasionados por la partida de seres allegados. Una familia donde un hijo, una hermana o un sobrino se ha ido a un país lejano, donde la cotidianeidad está alterada, para algunas partes de la familia nuclear o para la familia trigeneracional, entra dentro de la definición de familia transcultural.

LAS PÉRDIDAS DE LAS FAMILIAS CON INMIGRANTES

Todos los immigrantes, aquellos que dejan sus países voluntariamente o aquellos que se ven forzados a buscar asilo o refugio político, aquellos que vienen de lugares cercanos o de lugares lejanos, aquellos immigrantes que son hombres, mujeres, jovenes o viejos, ricos o pobres, sufren en alguna medida u otra, alguna forma de pérdida, pena o duelo. La pérdida de la migración tiene características especiales que la distinguen de otro tipo de pérdida. 

¿Cuáles son estas características?

A diferencia del inalterable hecho de la muerte, con la que yo creo, ha sido incorrectamente comparada, las pérdidas del inmigrante son a la vez más amplias y más reducidas. Son más amplias que la muerte de una persona cercana porque la migración trae pérdidas de todo tipo: pérdida de parientes y amigos que permanencen en el país de origen, pérdida de la lengua natal, de las costumbres y rituales, de la tierra misma. 

Sin embargo, la migración es también más pequeña que la pérdida completa de la muerte. Comparada a la muerte, las pérdidas de las migración no son totalmente claras, completas o irrevocables. Todo se encuentra aun con vida, aunque ausente. Nada desaparece con la finalidad de la muerte. Siempre es posible fantasear un regreso eventual o una reunión futura. Además los inmigrantes rara vez se dirigen hacia un vacío social en el pais extranjero. Un familiar o un amigo generalmente espera del otro lado para ayudar con el trabajo, la vivienda o con algun consejo para esa vida nueva. Existen tambien elementos compensatorios, tales como la esperanza de mejora económica, oportunidades educacionales o nuevas libertades políticas, económicas o sociales.

Estos elementos crean emociones contradictorias: tristeza y alegría; pérdidas y restituciones; ausencia y presencia que hacen que las pérdidas sean incompletas, ambiguas, pospuestas y como alguien las ha llamado «de duelo perpetuo». Esta idea no es nueva. Ya en el siglo XVI, el médico Maimónides notó la enfermedad de la «nostalgia» que producía muchos sintomas somáticos y emocionales y encontró que la única cura era retornar al enfermo a su país natal. Estos mismos síntomas de palpitaciones, llantos, tics, temblores y lamentos aparecen en el inmigrante del siglo XXI, y en circunstancias dadas, también en aquellos miembros de la familia afectados por la partida. Quizá podemos avanzar un poco en la descripción y el tratamiento del inmigrante en el presente contexto transnacional.

PÉRDIDA AMBIGUA Y MIGRACIÓN

El concepto de «pérdida ambigua» propuesto por la investigadora Pauline Boss (1999) para describir situaciones en las cuales la pérdida es confusa, incompleta, o parcial, es útil para entender la pérdida del inmigrante. Boss describe dos tipos de pérdida ambigua:

  1. una es la situación en la cual la gente esta físicamente ausente pero psicológicamente presente (ejemplos son familias con una persona fallecida en la guerra o los desaparecidos políticos, cuyos cuerpos nunca se encuentran). Esta falta de prueba material promueve una continuación de la espera abierta, sin cierre, por mas irrealista que esa espera sea. Los acontecimientos del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York demostraron precisamente que en el caso de aquellas familias que recibieron llamados de despedida y expresiones de amor por medio de teléfonos celulares de las víctimas del secuestro aéreo o del derrumbe de las Torres Gemelas, los familiares pudieron aceptar la pérdida más rápidamente, con un mejor cierre, que aquellos casos que aun hoy continúan inconclusos, con esperanza de encontrar alguna huella.
  2. En la segunda situación de pérdida ambigua, un miembro de la familia esta físicamente presente pero psicológicamente ausente. (Ejemplos son familias con un miembro que sufre la enfermedad de Alzheimer, o cuando en una familia, el padre o la madre esta emocionalmente aislado por excesivo estrés en el trabajo.)

La migración representa ambos tipos de pérdida ambigua simultáneamente. Por un lado, la gente y los lugares queridos están fisicamente ausentes, y al mismo tiempo, están agudamente presentes en la mente del inmigrante. Por otro lado, la nostalgia y el estrés de adaptación puede dejar a algunos miembros de la familia psicologicámente ausentes, aun cuando se hallen fisicamente presentes.

AUSENCIA DE RITUALES PARA LA PÉRDIDA AMBIGUA

Quiza por esta peculiar cualidad de ambigüedad, inconclusividad y transitoriedad, la trayectoria de la migracion como transición de vida esta casi vacía de rituales señaladores, o de ritos de pasaje. Los preparativos que preceden la migración pueden tener alguna de las características de rituales, como empacar objetos simbólicos (música, fotos, recuerdos) pero usualmente estas prácticas son más personales que colectivas. 

No hay una estructura formal, ni un lugar ni segmento de tiempo designado especialmente para marcar la transición, tratar de trascenderla y proveer un contenedor de las emociones fuertes que todos están sintiendo.

Sólo recientemente caí en la cuenta que hace mucho tiempo atrás, nuestros amigos en la Argentina haíian creado un ritual de despedida para el dia que mi esposo y yo partimos en un barco mercantil desde el puerto de Buenos Aires con rumbo a Estados Unidos. El barco partía al atardecer y nuestros amigos vinieron al puerto a despedirse. Cuando mi esposo y yo ya habíamos abordado y mirábamos hacia el muelle, agitando nuestras manos en gestos de adiós, notamos que todos nuestros amigos habían regresado a sus coches, prendido los faros y en caravana solemne, se movían muy lentamente siguiendo al barco a lo largo del muelle tan lejos como pudieron y comenzaron a sonar sus bocinas fuertemente. Uno de ellos habrá traido un megáfono porque cada uno de ellos comenzó a salir de sus coches y a acercarse al megáfono para gritar: 

«Buena suerte, buena suerte, no se olviden de escribir. No se pierdan. No se manden la parte y se vuelvan gringos, che. No se olviden de nosotros. No coman malos hamburgers, apoyen el bife argentino. Digan hola a New York por mi. Háganse ricos y manden plata para acá. Vayan y muestren a nuestro país de mierda todo lo que se puede ser. Y vuelvan, che, no se pierden, en serio, dale, vuelvan, che.

Los dos nos reímos tanto en medio del mar de tantas lágrimas. La despedida en el muelle nos quedaría grabada para siempre como representación de las contradicciones que nunca podrán ser reconciliadas: el unir finales con comienzos; el dolor de la separación unido a la esperanza de un futuro mejor, las amistades que se ahondan pero que tambien se debilitan…

Sabemos intuitiva y académicamente acerca de la importancia de los rituales como marcadores de transiciones. Sin embargo, hay transiciones para las cuales no se han creado rituales culturales. Un nacimiento abortado representa un futuro que se truncó poco después de comenzar; un divorcio deja a todos con una sensación de lo que podía haber sido pero ya no será posible. Como en el caso del niño adoptado, el termino «país adoptivo» sugiere que había algo que sucedió antes, algo así como el mapa de un territorio futuro que podría haber sido habitado, pero no sucedió. Estas transiciones carecen del beneficio emocional que brindan los rituales culturales.

EL DESARRAIGO DE SIGNIFICADOS

Comparada con otras pérdidas ambigüas, lo más dramático que distingue a la migración es el desarraigo a nivel físico, social y cultural. Si usamos la metáfora de arrancar una planta de raíz, podemos decir que cuando una planta se saca de la tierra, se lleva no sólo sus raíces consigo, sino también un poquito de la tierra original alrededor de sus raíces. El ambiente ecológico, sol, aire, proximidad a otras plantas, no es tranportable, pero un poquito de tierra, sí. Todo buen jardinero sabe que no debe lavarle este poquito de tierra adherida a las raíces porque de estos nutrientes depende que el choque del transplante sea menor y por lo tanto que el transplante sea más exitoso. 

Bueno dirán ya basta con tanta clase de botánica. ¿Y que tiene esto que ver con la pérdida de los inmigrantes?

Yo diría que el residuo de la tierra que queda pegada a las raíces y que el inmigrante transporta consigo esta representado en: 

  • El tipo de casa/hogar que el inmigrante crea 
  • En el lenguaje que hablan, las comidas que cocinan, las amistades que forman, las conexiones que mantienen con sus comunidades de origen.
  • En suma, en las tradiciones e identidades que transmiten a sus hijos.

Como ya comenté, no hay rituales establecidos para la migración, sin embargo, hay ciertas prácticas de los inmigrantes que ustedes reconocerán cuando las describa y que asumen, yo creo, proporciones de rituales espontáneos. Posiblemente estas conductas o prácticas surgen del poquito de tierra del país que los inmigrantes traen del transplante. Y estas prácticas espontáneas de los inmigrantes pueden ser interpretadas como formas de lidiar con las pérdidas ambiguas creando puentes de presencia fisica y psicológica que ayudan a llenar ausencias. 

Estas prácticas tienen cualidades que se asemejan a rituales y como tales promueven continuidad en medio del cambio. Veamos cuales son estas acciones que se pueden ver como:

FORMAS DE AFRONTAR LAS PÉRDIDAS AMBIGUAS DE LA MIGRACION: RITUALES ESPONTÁNEOS

1 . Visitas, envios de mensajes y de remisas de dinero en forma regular.

Estas acciones se transforman en Rituales de conexión con conductas ritualizadas tal como contactar intermediarios a un tiempo específico cada mes, comprar notas de banco para enviar dinero, ir al correo y obtener noticias del recibo del otro lado.

Los que se quedan también hacen rituales de conexión, enviando cartas o fotos o mensajes a los que han emigrado. Los sentimientos de los que se quedan tampoco carecen de ambivalencia. Emocionalmente extrañan al hermano/a inmigrante o madre/padre ausente pero tampoco quieren que regrese tan pronto porque el regreso alteraría la solvencia económica de la familia entera. 

Investigaciones recientes puntualizan que los inmigrantes que cortan lazos, se desligan y desritualizan las conexiones manifiestan mas sintómas clínicos que las familias que mantienen conexiones.

2. La Recreacion de los Espacios Etnicos y Sociales: Rituales de Recreación

En las ciudades donde viven los inmigrantes uno encuentra comunidades étnicas (el barrio judío o el koreano, la colonia libanesa o la cubana, la red argentina). Estos paisajes y prácticas urbanas reproducen en el ambiente público, los olores, sonidos, vistas, sabores y lenguajes del pueblo natal. Los mercados de los domingos en muchas ciudades de Estados Unidos reproducen con fidelidad los lugares de encuentro del pasado para muchos grupos étnicos, sin ninguna duda para los mexicanos en Texas y en California (Ainslie, 1998).

Esta recreación ritualizada y colectiva que representa y transporta momentáneamente al espacio cultural conocido, puede ser vista como un retorno psicológico, un ritual de duelo y de reencarnación, una especie de lo que Winnicott denominó como el espacio potencial o el objeto transicional que se encuentra suspendido entre la fantasía y la realidad. Estos escenarios transportables parecen decir que fingir estar en casa es mejor que no estar en casa para nada.

Estas poderosas acciones no sólo ayudan a reestablecer lazos con la tierra pérdida, también transforman a las culturas que reciben a los inmigrantes en lugares mas familiares, menos extraños, aunque la cultura dominante siempre este presente en el tipo de dinero, el costo de las cosas, los productos o la mezcla de lenguas. 

Las investigaciones muestran que la falta de contacto con las redes sociales étnicas y los espacios culturales que estas redes permiten se correlaciona con síntomas de depresión en las mujeres e incrementan la violencia en los hombres.

3Contando Historias acerca del Pasado: Rituales de la Memoria

Todos sabemos que a los inmigrantes les gusta hablar de sus países, contar los detalles de la saga de su migración, hablar su propia lengua, usar los viejos proverbios, repetir las anécdotas y costumbres de sus países de origen. También gravitan hacia los grupos de compatriotas con los cuales pueden hablar en su lengua y comparar notas, idealizar, denigrar o quejarse acerca de un país o el otro como si estuvieran examinando y digiriendo los nuevos y los viejos valores, reglas o costumbres.

Sería un error pensar que el contar historias del país de uno es algo pintoresco o autoindulgente; es probable que esta actividad sirva para crear una narrativa del pasado y para investir de significado a los inevitables cambios. Más aun, el contar historias construye puentes de memoria con los hijos que se crían en otro país.

4. Preservando los Rituales Culturales Tradicionales.

El importante trabajo sobre rituales de Evan Imber Black, Janine Roberts y Robert Whiting (1988) nos ha informado acerca del poder que los rituales tradicionales tienen de preservar continuidad e identidad familiar y vínculo comunitario. Para muchos inmigrantes, los rituales culturales pueden ser practicados en forma bastante fiel pero también pueden poco a poco reflejar significados cambiantes y ambigüedades que expresan y comparan estilos de vida duales o híbridos, tales como ser aculturado y étnico al mismo tiempo.

  1. Rituales de Ciclo de Vida : 
    Uno de los aspectos culturales que los inmigrantes traen consigo son las celebraciones de los ritos de pasaje: casamientos, bautismos, aniversarios, funerales. A veces insisten en celebrar rituales aunque estos rituales ya no reflejen los valores culturales de la familia, algo así como lo que los antropológos llaman «los rituales vacíos» porque las prácticas continúan pero los significados originales se han desdibujado. Yo creo sin embargo que en el caso de los inmigrantes, debemos cuidarnos de hablar de rituales vacíos, porque la práctica ritual puede ser una forma positiva de afirmar el pasado de la familia y de su grupo étnico de pertenencia.
  2. Rituales Cotidianos
    Las comidas familiares, los juegos, las formas de vestido, aseo, higiene del hogar, las formas de saludo, todos son rituales pautados, casi automáaticos que reflejan lo conocido en el espacio privado de la casa pero también van paulatinamente incorporando diferencias tales como el uso de nuevos productos, el mirar nuevos programas de televisióon, el interés en nuevos deportes.
  3. Rituales Religiosos. 
    Aunque los inmigrantes no pueden transportar consigo los elementos concretos de sus ambientes fisicos y sociales, significados más internos tales como los sistemas y las prácticas de creencias religiosas gozan de transportabilidad . Quizá lo más transportable es el rezo o la plegaria. El atender misa ayuda con la continuidad casi eterna, pero también tiene elementos de novedad al concurrir a las iglesias del país adoptivo y conectarse con una nueva comunidad religiosa con características parecidas pero no iguales.
  4. Rituales de Salud y de Cura Folklorica
    Creencias culturales y rituales indígenas acerca de la salud, la enfermedad y la cura también persisten paralelas a una aceptación de prácticas médicas modernas para muchos inmigrantes. 

En suma, los rituales cumplen una serie de funciones, y si no funciones, quizas efectos que contribuyen a la continuidad y la identidad de la familia y parecen contribuir a la resiliencia de las familias en transición. 

Es importante que los terapeutas incluyan indagaciones acerca de la existencia de rituales espontáneos en la vida de los inmigrantes, incluyendo la continuación de prácticas rituales o la emergencia de nuevos rituales espontáneos en las personas que se quedaron con familias fragmentadas por la partida de algunos familiares. Más aun, la existencia muy escasa o muy exagerada de estas prácticas rituales espontáneas en los que se quedaron o en los que se fueron, pueden indicar adaptaciones familiares que problematizan las pérdidas ambiguas de la migración en lugar de aprender a vivir con tales pérdidas.

¿Cuál es la teoría de adaptación a la migración implicada en este ángulo de observación ?

LA RESILIENCIA DE LA FAMILIA A LA PERDIDA AMBIGUA

Los rituales espontáneos del inmigrante se pueden ver como intentos de abarcar la pérdida ambigua y encontrar significados en la nueva situación, recuperando lo que es posible recrear y quiza así poder mantener lo que los estudiosos de la resiliencia familiar han llamado «el sentido de coherencia». 

El concepto de «sentido de coherencia» fue desarrollado por Aaron Antonovsky (1987) y utilizado por Froma Walsh (1998) en su trabajo sobre resiliencia familiar. Es una búsqueda de coherencia narrativa o de dar sentido a la historia de nuestras vidas. Se relaciona con nuestra habilidad de adaptarnos al cambio pero también de mantener suficiente continuidad con la cultura original. 

Quizá por eso, vemos en el campo de estudios de la migración un abandono paulatino de los modelos lineales de aculturación/asimilación y un mayor enfasis en nociones de biculturalismo, bilingüismo, el énfasis en el guión que separa mientras une las dos identidades: «Mexican-American, African-American, Chinese-American». Más que vivir «entre» mundos, el inmigrante resiliente adquiere la capacidad de vivir «en» dos mundos, alternando lenguaje, costumbres y aceptando el binacionalismo y la identidad dual. Quizá la aceptación de la biculturalidad permanente es la otra cara de aceptar la pérdida ambigua. Los rituales espontáneos de los inmigrantes encapsulan este «both/and » (ambos/y) de recuperar lo conocido en medio del cambio.

Sin embargo, el mantenimiento de esta dualidad no es inmune a hechos históricos. Frente a los ataques tan trágicos como los del 11 de Septiembre en Nueva York y Washington, surgió en los grupos de inmigrantes un patriotismo auténticamente sentido, quizá también mezclado con un temor a ser visto sospechosamente como el de afuera. Así, algunos inmigrantes mexicanos prefirieron subrayar el lado «American» a la derecha del guión Mexican-American, en lugar del lado Mexican a la izquierda del guión. Hasta el empleado de la gasolinera con apellido latino en Arizona cuando baleó a un musulmán una semana después de la tragedia, dijo hacerlo para «defender a mi país de los extranjeros». En un momento de crisis, es posible que una sociedad compuesta de inmigrantes subraye procesos destinados a fortalecer la unidad nacional en lugar de la diversidad y la lealtad étnica como se ha enfatizado en los EEUU en las dos últimas décadas. Las consecuencias psicológicas de este tipo de asimilación abrupta se veran posiblemente en las futuras generaciones.

Por lo tanto, no debemos romantizar o simplificar la resiliencia de los inmigrantes o subestimar los riesgos y el estrés de la migración para los que se van y para los que se quedan y para los que van y vienen, que son muchos. Los inmigrantes están expuestos a muchas circunstancias históricas y personales que modifican la experiencia de pérdida ambigua.

La conversación terapéutica se beneficia de una recolección de los hechos y motivaciones y expectativas que preceden a la migración, así también como de una narración de la realidad con la que se encontraron, esperada e inesperada y lo que pasaron en el pasaje mismo y en la presente estadía. 

Esta narrativa de la migración es útil tanto para las personas que emigran como para los parientes que se quedan. 

Ahora examinemos varias situaciones que dificultan sobremanera la posibilidad de vivir con las pérdidas ambiguas.

CUANDO LA PÉRDIDA AMBIGUA SE HACE INTOLERABLE.

Hay muchas situaciones que complican reacciones a la migración, pero sólo me remontaré a cinco construcciones, que derivan de mis observaciones clínicas, con la intención de subrayar diferencias que establecen diferencias entre las diversas experiencias de migración y de pérdida ambigua. Seguramente existen otras situaciones a describir, pero uso las siguientes para comentar que los rituales que emergen espontáneamente pueder ser insuficientes para reestablecer un sentido de coherencia narrativa en situaciones complicadas que la vida del inmigrante puede deparar.

Para estas situaciones propongo el uso de rituales terapéuticos, que en su especificidad seran co-creados por la familia en colaboración con el terapeuta. 

Las categorías generales de situaciones e intervenciones son las siguientes. La primera se refiere a 

1. Migraciones forzadas, coercionadas o sin preparación adecuada: Rituales de Preparación

La migración no es siempre un proceso de decisión democrático. Con frecuencia hay una línea sutil de género y de generación que marca las diferencias entre las migraciones de iniciativa voluntaria y aquellas que se dan por la persuasión de una persona sobre otra. Entre los persuadidos pero no convencidos se encuentran los niños, las mujeres que siguen a los maridos a duras penas (aunque algunas veces es al revés) y las personas mayores que acuden al llamado de los hijos, sea para ayudarlos o para ser ayudados. Estos individuos que se sienten robados de iniciativa generalmente tienen más dificultades de adaptación que aquellos que activamente deciden emigrar y se encuentran con mayor frecuencia en las clínicas con síntomas de depresión, ansiedad o somatizaciones.

Dentro de esta categoría se encuentran situaciones de decisiones precipitadas, generalmente por una oferta difícil de rechazar, o algún hecho inesperado como la muerte de un cónyuge en una persona de edad. Hay falta de preparación por un lado y a veces hay ambivalencia en los que reciben al inmigrante al llegar. 

La terapia puede facilitarse con el uso de rituales anticipatorios «como si» se estuvieran preparando por anticipado a lo que puede pasar con la migración, de tal manera que la persona que se ha sentido coercionada tiene por primera vez el poder o la habilitación para explorar los parámetros de la migración y los planes futuros. De esta manera, aunque no es posible alterar la decisión original, se abre la posibilidad de hablarla y hasta de cambiarla, como veran en el siguiente ejemplo:

Una paciente de 24 años fue derivada por ideación paranoide. Había llegado recientemente a San Diego desde Michoacan donde la fue a buscar su flamante esposo, a quien había conocido por correspondencia. En las cartas de amor, el joven esposo, se había olvidado de comentarle un pequeño detalle y eso era que los dos recién casados, deberían vivir, como él siempre lo hizo, con la mamá y las tres hermanas solteras de él. Demás está decir que le hicieron la vida imposible a la pobre joven. Imagínense, recién casada, emigrada y tener que lidiar con suegra y cuñadas que no la quieren ahí.

Durante la terapia de parejas creamos un ritual de preparación que consistió en comprar un calendario y volver las hojas hacia atras y empezar de nuevo desde el comienzo del noviazgo. El esposo debía escribir cartas todas las semanas con las fechas del año anterior y enviarlas por correo. Esta vez, el agregaría más detalles y su nueva esposa haría más preguntas acerca de sus planes con respecto a vivienda y relaciones de familia. El ritual de escribir cartas ya había sido anteriormente exitoso entre ellos y ahora agregaba elementos de comunicación más abierta con mayor entendimiento de las expectativas mutuas en la estructura de la nueva familia y los significados de esta situación para cada uno en un futuro compartido.

2. Pasajes Traumáticos: Rituales de Testimonio

Las migraciones a veces traen consigo pasajes traumáticos. Muchas mujeres (y algunos hombres) son violadas o robadas al cruzar la frontera o son explotadas por patrones inescrupulosos al llegar. El sueño de la migración es reemplazado por pesadillas, trauma, horror y tremenda desilusión. Ataques de pánico, sentimientos de culpa y vergüenza u otros síntomas de estrés postraumático son comunes. El miedo perpetuo a ser detectado plaga a los inmigrantes no documentados. El encuentro con el racismo y clasismo que existe hacia la gente pobre y de color en cuanto a trabajo, asistencia médica u otros servicios sociales complica una migracióon que comenzó con un anhelo de sentir más poder y menos estres. 

El uso del ritual de Testimonio, que todos conocemos en el trabajo con refugiados centroamericanos, con su énfasis en una narrativa en primera persona oral y escrita (frecuentemente por el terapeuta que toma notas dictadas) documenta la historia de cuando, donde y como las injusticias y los abusos fueron cometidos. Para que califique como ritual terapéutico, este testimonio debe ser contado una y otra vez repetidamente, cada vez agregando más detalles. Validando y extrayendo de esta narrativa los elementos positivos que impulsaron el viaje, la persona victimizada puede recuperar algunos de los objectivos originales y quizá la esperanza de un nuevo comienzo y hasta cierto punto, el «sentido de coherencia» de su vida. El Testimonio también es una técnica útil para el trabajo con miembros de la familia que estan traumatizados por los mismos acontecimientos por carácter transitivo, aunque no hayan migrado.

3 . Polarizaciones en la Familia: Rituales de Oscilación

La ambigüedad implícita en la experiencia de la migración a veces se apodera de la psique de la familia, por decirlo así. Miembros de la familia y particularmente de la pareja, se dividen y se asignan polos opuestos de la ambigüedad. Uno se identifica con querer quedarse y otro con querer irse, o uno idealiza el nuevo lugar y el otro lo denigra; uno expresa optimismo, el otro se sumerge en el pesimismo. La duda perpetua del inmmigrante no es «ser o no ser» sino el perpetuo ‘irse o no irse».

Estos impases generalmente resultan en escaladas, sobre todo si el terapeuta cae en el error de intentar resolver la cuestión de irse o de quedarse. Terapéuticamente, yo he encontrado útil la prescripción de un período moratorio de 3 meses o de 6 meses que prescribe quedarse precisamente en el limbo, sin saber cual va a ser la decisión final, pero usando mientras tanto como práctica un ritual de oscilación, parecido a los días pares e impares de Mara Selvini Palazolli. A las dos personas polarizadas, se les sugiere que piensen, sientan y actuen juntos como si se estuvieran quedando en el país adoptivo en los días pares. En esos días, deben aprender inglés, conocer nueva gente, conectarse con la escuela de los hijos, el barrio, la iglesia o comprarse un sillón como si se estuvieran quedando. En cambio, durante los días impares los dos deben actuar como si se estuvieran regresando a su país de origen. Deben ahorrar para el regreso, comunicarse con los parientes y reconectarse emocionalmente, averiguar acerca de posibles empleos, vivienda y adentrarse de la situación política actual en sus países. 

Anclando la ambivalencia en acciones alternativas pero conjuntas, brinda a la pareja polarizada un sentido de poder, control y de colaboración en lugar de competición acerca de sus opciones. De esta forma, la empatía por cada posición aumenta. Otra ventaja del ritual de oscilación es la creación de un clima de ensayo de habilidades que no vendrán mal para cualquiera de las decisiones eventuales. Esta movilización suplanta al clima de parálisis que crean las polarizaciones rígidas.

4 . Separaciones y ReunionesNarrativas de vidas separadas y celebraciones de la reunión

Frecuentemente las migraciones involucran separaciones dentro de la familia nuclear. Muchas veces una madre o un padre deja a niños con parientes para que los padres puedan afrontar el pasaje no documentado, por limitaciones económicas o falta de ayuda en el cuidado de los niños. Estas familias transnacionales, con una parte allí y otra aquí, sufre a menudo múltiples separaciones, a veces por períodos de varios años durante los cuales se crean nuevos vínculos con cuidadores y familia extensa y eventualmente, nuevas separaciones o reuniones (Suarez-Orozco, C. in press)

Las partidas y los reencuentros colocan a todos los subsistemas de la familia trigeneracional aquí y allí en situación de pérdida ambigua que crea falta de claridad de quien está fuera o dentro de la familia y/o falta de claridad acerca de quien cumple que función o rol. Este fenómeno ha sido llamado por Pauline Boss las «fronteras familiares ambiguas». Cuando el hombre se va, la mujer pasa a ser la jefa de una familia monoparental; cuando la madre se va, la abuela toma el lugar de madre pero quizá más importante aun es que trozos completos de historia personal no pueden ser ya mas compartidos. 

Numerosos problemas estructurales, emocionales y psicosomáticos aparecen en el periodo del reencuentro, que puede ser al regresar al país natal. 

Rituales terapéuticos útiles incluyen la construcción de una narrativa de ponerse al día con los sucesos transcurridos durante la separación en la vida de un lado y del otro de la familia transcultural.

Por ejemplo, con niños separados de sus padres, se puede construir una narrativa en forma de cuento infantil que comienza con : «había una vez un niño que se llamaba Juan Chavez Sandoval ….Cuando Juan tenia 3 años sus padres tuvieron que irse a California….cuando Juan tenia seis años, fue a vivir con sus padres.» Los hechos transcurridos durante los tres años de separación pueden describirse asi…»Juan vivió con su abuelita en tal casa y tal escuela, sus padres mientras tanto trabajaron en tal y tal lugar….» y asi continuar contando las historias de un lado y del otro («feedback») hasta llegar al presente…e incluso incluir ideas del futuro (un «feedforward») donde la familia planea las actividades que desean hacer juntos como una unidad familiar reintegrada. La documentación escrita de esta historia por el terapeuta que lee y relee se puede complementar con dibujos, fotografías u objetos que integran el pasado con el presente y refuerzan los vínculos para todos (Falicov, C., 1998). 

5 . La Inevitable Aparición de las Transiciones del Ciclo de Vida: Rituales de Sanación

No hay duda que los cambios de la vida sigue paralelamente a la migración para las familias de inmigrantes: nacimientos, muertes, casamientos marcan transiciones en la familia. En algunos casos, estos cambios producen nuevas pérdidas ambiguas como el divorcio, o nuevas pérdidas no ambiguas como la muerte de un miembro de la familia, que se acumulan sobre las pérdidas de la migración. En el caso de muerte súbita por ejemplo de un padre en el país de origen, la cualidad provisional de la partida y las posibilidades siempre pospuestas de retorno acentuan los sentimientos de culpa y la imposibilidad de reparación y frecuentemente la imposibilidad de compartir en el duelo colectivo. En estos momentos, el inmigrante quizá cuestiona una vez más la sabiduría de su decisión de emigrar y se pregunta cuál es realmente su lugar de pertenencia. 

Los rituales terapéuticos de sanación pueden incluir la creación de ceremonias equivalentes en el país adoptivo, por ejemplo en el caso de muerte e imposibilidad de encuentro familiar, se pueden sugerir rituales como las misas, la creación de altares privados con velas, fotos, flores y con objetos del muerto, o invitar a esta ceremonia a algun miembro del país de origen que se encuentra aquí o allí; crear algun ritual de conexión con la familia de la persona fallecida o con cualquier forma de mensaje que simbolize las posibilidad de que el amor es, en realidad, transnacional. 

En suma, podemos enlazar los rituales espontáneos y los terapéuticos porque ambos: 

  • Traen alivio a personas en situaciones complejas
  • Crean y mantienen comunidades (frecuentemente a larga distancia)
  • Son catalizadores para los sentimientos, pensamientos y la acción
  • Crean significados estables en medio del cambio
  • Compensan por las pérdidas
  • Expresan los dos lados de la ambigüedad: conexión-desconexión, ganancia-pérdida

Concluiré con un sumario de las sugerencias de pasos para el trabajo terapéutico:

  • Obtener una narrativa de la migración (quien, como, cuando, que pasó en la etapa de premigración/preparación, la entrada, y la adaptación)
  • Considerar las conexiones entre países y partes de la familia
  • Explorar los significados positivos y negativos de las migración para cada miembro de la familia
  • preguntar acerca de la emergencia de rituales espontáneos.
  • Co-construir con los clientes rituales terapéuticos apropiados.

Donde quiera que estemos, todos somos partes de un mundo casi ya sin fronteras. La inmigración es uno de los tópicos centrales de la globalización en el siglo XXI. En los Estados Unidos, en Europa y en Latinoamérica los hospitales, las clínicas y los consultorios privados se han transformado en lugares de encuentro intercultural entre profesionales y clientes. Las familias funcionan más y más en espacios transnacionales. Para poder transformarnos en interlocutores efectivos debemos reflexionar sobre nuestras propias experiencias de migración, o de relocación y sobre nuestra propia utilización de rituales espontáneos o inventados tal como el ritual de la psicoterapia misma. Porque los rituales nos brindan una avenida que une lo concreto con lo metafórico, crean puentes entre el pasado, el presente y el futuro, y encapsulan las contradicciones implícitas en las pérdidas ambiguas de la trayectoria de la migración.

Muchas Gracias y Paz para todos.

(*) Trabajo presentado en el VIII Congreso Nacional de Terapia Familiar de la Asociacion Mexicana de Terapia Familiar, Octubre 5, 2001, y en Conferencia organizada por CEFYP, Buenos Aires, Noviembre 10, 2001.

La Dra.Celia Falicov, Ph. D es Clinical Professor de la universidad de San Diego, California (U.S.A.) y Visiting Professor en la Tavistock Clinic de Londres.

Este artículo fue publicado en el nº 69 de Perspectivas Sistémicas – Noviembre/ Febrero 2001/2

8 Respuestas a “Migración, perdida ambigua y rituales ”

  1. Es frecuente ver en el trabajo personas inmigrantes con grandes dificultades de vinculación afectiva, con problemas de ansiedad, depresión u otros síntomas que no les ayudan en la vida diaria. La mayoría han dejado en su país de origen a seres queridos muy importantes para ellos (hijos, padres, hermanos…) y aunque demandan una situación de necesidad o un problema de la realidad que actualmente están viviendo y justifican con ello su actitud, en muchos casos hay detrás mucho dolor y daño emocional que no sacan al exterior y que está relacionado con esa separación de sus raíces, de su cultura, de sus seres queridos, con esa búsqueda de una vida mejor y huir de la pobreza.
    Me parece muy bueno este artículo.

  2. Leyendo con detenimiento este artículo no he podido evitar recordar algo que escuché durante mi infancia y que no logré entender hasta muchos años después.
    Algunos miembros de mi familia, por motivos políticos durante el franquismo, se vieron obligados a emigrar a Francia. Eran años complicados donde lo que imperaba era cubrir las necesidades básicas, en una palabra, sobrevivir, y había poca cabida para analizar ninguna otra necesidad emocional. No obstante, como en cualquier proceso de adaptación, siempre hay personas con mayor capacidad de resiliencia que otras, y mi tía abuela vivió toda su vida en Francia permanentemente enferma, con salud quebradiza, episodios de fuertes anemias, depresiones recurrentes, etc. Constantes visitas médicas que nunca lograban dar con una mejoría consistente en el tiempo… finalmente, un médico francés diagnosticó su mal como la llamada «maladie de la terre». Este término, trataba de resumir un malestar permanente por esa separación de sus orígenes, la sensación de desarraigo en un país con idioma y costumbres completamente distintos. Y es que, en una coyuntura histórica totalmente distinta a la actual, cuando no existía el fenómeno de la migración como la conocemos hoy en día, ya había profesionales que detectaban ese duelo por la pérdida de contacto con el lugar de origen del que se habla en el artículo.
    Muchas décadas después, a pesar de las innovaciones tecnológicas y de la comunicación, y de la «normalización» de los procesos migratorios, los profesionales del ámbito de lo social observamos a diario el impacto emocional en las personas que han dejado sus países de origen. Ciertamente es una constante y subyace en gran parte de las intervenciones que realizamos. Es imprescindible no caer en el etiquetado porque cada proceso es distinto, y no necesariamente traumático, pero debemos incorporar esta perspectiva , igual que hacemos con la de género, para dotar de mayor calidad nuestra intervención profesional.

    1. Ciertamente el tema del desarraigo no es algo que debamos subestimar frente a los procesos migratorios, mas allá de lo que los dispare (catastrofes, oportunidades laborales, deseo de vivir en otro pais, etc).
      Los patrones interaccionales los construimos dentro de una matriz cultural, y si uno cambia la matriz, se pierden muchas de esas interacciones vividas como naturales. Hasta el sentido el humor varía según el país. Es un tema muy interesante y vigente en este mundo globalizado donde se naturaliza cada vez más la migración, quizás subestimando sus efectos.

  3. El texto «Migración, pérdida ambigua y rituales» de Celia Jaes Falicov aborda de manera esclarecedora y reflexiva las complejidades emocionales de la migración y su impacto en las personas y las familias. La autora desglosa detalladamente varias dimensiones fundamentales relacionadas con la migración y las pérdidas que la acompañan, y resalta la importancia de los rituales en la adaptación y la resiliencia familiar en este contexto.

    La descripción de la complejidad de la migración y cómo la globalización ha dado lugar a la formación de familias transnacionales destaca la magnitud de los desafíos que enfrentan los migrantes y sus seres queridos. La idea de que todos los inmigrantes experimentan pérdidas, que van más allá de la mera separación de seres queridos, es un recordatorio valioso de la diversidad de aspectos emocionales y culturales involucrados en el proceso migratorio.

    El concepto de «pérdida ambigua» y su aplicación a la migración arroja luz sobre la confusión y la ambigüedad de las emociones que rodean a la migración. La falta de rituales culturales establecidos para lidiar con estas pérdidas representa un desafío adicional para las familias migrantes. La metáfora de arrancar una planta de raíz para ilustrar cómo los inmigrantes llevan consigo una parte de su cultura y origen es poderosa y evocativa.

    El texto también resalta la variedad de rituales utilizados por las familias inmigrantes para mantener la conexión con su cultura de origen, desde los rituales espontáneos de conexión hasta la recreación de espacios étnicos y la preservación de rituales culturales tradicionales. Además, la mención de rituales terapéuticos en situaciones complicadas subraya la importancia de la atención profesional en la adaptación de las familias migrantes.

    En resumen, el texto ofrece una visión comprensiva y bien articulada de la complejidad de la migración y las experiencias de pérdida asociadas. Destaca cómo los rituales, ya sean espontáneos o terapéuticos, son esenciales para la adaptación y la resiliencia familiar en un contexto de migración y pérdida ambigua. Además, subraya la importancia de que los terapeutas y profesionales de la salud mental reconozcan y utilicen los rituales en su trabajo con familias inmigrantes, lo que puede contribuir significativamente al bienestar emocional y la adaptación exitosa de las personas y las familias que atraviesan este proceso.

  4. Me ha gustado el texto ya que me ha hecho reflexionar acerca de la pérdida ambigua, y la necesidad de rituales, como elemento de sanación emocional.
    Y situándolo en el mismo contexto, me hace comprender mucho mejor una experiencia de trabajo que realizamos durante el primer trimestre del año: realizamos una formación en un municipio con mujeres inmigrantes, en competencias digitales y me resultaba sorprendente, cuando en el rato del café, o del descanso, expresaban la demanda de bailar. ¡Necesitaban bailar!
    De esta forma fueron creando, un pequeño grupito, que bailaba los viernes bachata, de forma gratuita, y entonces cuando volvían a clase, los lunes, reconocían un sentimiento de culpabilidad, al pensar «mi familia está en mi país y yo estoy aquí bailando» era un sentimiento de contradicción y de ambigüedad, pero totalmente compresible ahora.

  5. Este interesante artículo también me hace pensar en cómo en los países o lugares de acogida las personas profesionales y la sociedad en general ayudamos a perpetuar esta pena o duelo. Bajo mi punto de vista todos los valores contrarios a la acogida en nuestra sociedad contribuyen a este duelo perpetuo en las personas migrante. Acogerlos, protegerlo, integrarlos creo que en parte ayudaría en su proceso de duelo, y a paliar en parte esa sensación de pérdida.
    Las personas vienen buscando prosperidad económica, y a cambio encuentran trabajos precarios, normalmente irregulares, creo que todo eso no hace más que agravar este dolor por la pérdida.

  6. El texto me parece muy interesante y me ha hecho reflexionar sobre el tema. La pérdida ambigua puede generar desafíos emocionales, ya que las personas pueden lidiar con la nostalgia y la adaptación al nuevo entorno sin un proceso de duelo, claramente definido. La comprensión y el apoyo adecuados son fundamentales para manejar esto aspectos emocionales durante el proceso de migración. A veces no somos conscientes de estas pérdidas ambiguas y eso dificulta el reconocimiento de las dificultades en el proceso de actuación y de que puedan generar desafíos emocionales, lo que dificulta nuestro trabajo. Es importante entender todo esto para poder ayudar a las personas en su duelo.
    Las pérdidas en las migraciones son inherentemente complejas y pueden abarcar aspectos emocionales, culturales y sociales. La separación de lugares familiares, redes de apoyo y la adaptación a nuevas realidades pueden generar una gama de emociones, desde la nostalgia hasta el estrés cultural. Reconocer y abordar estas pérdidas es crucial para el bienestar emocional de quienes experimentan la migración. El apoyo social, la comprensión cultural y la creación de estrategias de afrontamiento, como rituales significativos, son elementos importantes para ayudar a las personas a manejar estas pérdidas de manera saludable y construir una nueva identidad en su entorno migratorio.
    Falta mucha formación, información y concienciación.

  7. IDEAS PRINCIPALES
    – La migración ha creado nuevas formas de familia transnacionales, con las consecuencias que eso conlleva (fragmentación familiar, vínculos emocionales y familiares desestabilizados, cambios en las relaciones familiares) y con el duelo emocional resultante.
    – Características especiales de la pérdida en el duelo migratorio:
    1) El duelo no está asociado necesariamente a una muerte, va vinculada a todo tipo de emociones relacionadas con la pérdida de alguna parcela o vínculo de nuestra vida (patria, costumbres, cultura, lengua familia, amigos y otros vínculos).
    2) A diferencia del duelo por fallecimiento, la pérdida de los vínculos en el duelo migratorio no es definitiva ni irrevocable, siempre hay posibilidades de recuperación de esos vínculos, a diferencia del duelo por fallecimiento. También en ocasiones la pérdida migratoria suele ir vinculada a expectativas de apoyo reales en el nuevo país y nuevas compensaciones relacionales y económicas asociadas a esta migración.
    3) Estas anteriores características crean una serie de emociones contradictorias que producen una sensación de duelo perpetuo y ambiguo.
    4) Tipos de pérdida ambigua: Vínculo ausente a nivel físico, pero presente a nivel psicológico, donde no hay pruebas materiales de que esa ausencia sea definitiva, como en el caso de un fallecimiento. Y, por otro lado, vínculo ausente a nivel psicológico, pero no está ausente a nivel físico. En la migración se pueden dar ambos tipos de pérdida ambigua al mismo tiempo o por separado.
    5) Los rituales de despedida para la pérdida ambigua son importantes para que el duelo migratorio sea más llevadero en cuanto a su transición, aunque estos rituales suelen ser más personales que colectivos.
    6) Aunque haya un desarraigo a nivel físico, muchas de las costumbres, la lengua, tradiciones y las vivencias vividas en el país de origen son residuos que la persona inmigrante trae consigo al nuevo país lo que condiciona su nueva vida, promoviendo continuidad en medio del cambio.
    6) Los tipos de rituales que pueden llevarse a cabo en el duelo migratorio para aceptar esta nueva realidad: Visitas, envíos de mensajes y de remisas de dinero en forma regular (rituales de conexión), La Recreacion de los Espacios Etnicos y Sociales (Rituales de Recreación), contar historias acerca del pasado (rituales de memoria), preservación de los rituales culturales tradicionales (de ciclos de vida, religiosos, familiares etc.)
    7) La importancia de los rituales espontáneos se vinculan a aportar sentido de coherencia a la pérdida y a la habilidad de adaptación al cambio o resiliencia familiar, en pro a la asimilación de la nueva identidad como nuevo integrante del país, manteniendo la identidad anterior del país al que se ha dejado atrás.
    8) Situaciones que complican la pérdida ambigua: migraciones forzadas, traumas vinculados al viaje migratorio, separaciones de pareja causadas por la migración de uno de los componentes, las fronteras familiares ambiguas, divorcios o fallecimiento.

    REFLEXIÓN PROPIA SOBRE EL ARTÍCULO
    En general, me ha parecido un artículo muy completo, donde habla específicamente de todas las consecuencias psicológicas asociadas al duelo migratorio y a esa sensación de duelo prolongado debido a la ambigüedad del mismo. Además, es muy interesante y útil el uso de los distintos rituales para aceptar la nueva situación y los posibles eventos traumáticos que ha podido desembocar el proceso de migración. Especialmente el ritual de sanación, oscilación y el uso específico de la narrativa en cada proceso de ritual. Creo que este tipo de herramientas son necesarias y deberían ser impartidas y clave para la gestión emocional tanto de adultos como de menores en estos casos.

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