Von Foerster y Maturana a capella 

Estuvieron en Buenos Aires Humberto Maturana (neurobiólogo) y Heinz von Foerster (cibernetista), protagonizando las «1ras. Jornadas Conjuntas de SAFT (Sociedad Argentina de Terapia Familiar) y ASIBA Asociación Sistémica de Buenos Aires)».

Perspectivas Sistémicas da cuenta de este trascendente acontecimiento científico, en la

creativa versión de Marcelo Ekman, quien recrea el espíritu lúdico de estas conversaciones qua evocaron —como lo expresan estos ilustres científicos— algún encuentro (real o imaginario) entre los poetas Pablo Neruda y Federico García Lorca.

Un cuento griego

Lisistrato, un rico comerciante de Atenas, había conocido a Herón, afamado ingeniero, en Alejandría, de donde éste era oriundo. Corría el primer siglo antes de Cristo y algo importante estaba por ocurrir, si bien ni Lisistrato ni Herón de Alejandría, principales actores de tal acontecimiento, sospechaban la magnitud qua adquirirían las ramificaciones de aquel suceso.

En toda Atenas, y aún más allá, eran conocidas las fiestas en casa de Lisistrato. El vino, producido especialmente para él en los viñedos del valle de la Etoila, era bebido como el aire por los invitados, lo cual empezó a causar preocupación a Lisistrato (sobre todo cuando estaba sobrio). Esto, y perdirle ayuda a Herón de Alejandría (de paso en Atenas para dar algunas charlas en una famosa Academia), fue una misma cosa.

La respuesta de Herón fue un artefacto que vinculaba una jarra con un vaso, con un mecanismo tal que, cuanto más vino hubiese en el vaso, menos saldría de la jarra. Con este mecanismo, que hoy llamaríamos de feedback negativo, Herón se había convertido, posiblemente, en el primer cibernetista de la historia.

Y aunque esto no haya ocurrido exactamente así (pero tampoco es absolutamente imposible), no creo que el profesor Von Foerster tome a mal esta versión particular de su versión particular de los orígenes de uno de los pilares conceptuales de la cibernética.

¿Verás que todo es mentira?

En el marco de las Jornadas sobre Biología, Cibernética y Comunicación, Heinz von Foerster y Humberto Maturana se encontraron con un público que colmó la sala A del Centro Cultural General San Martín. Miles de millones de años de biofeedback y causalidad circular desfilaron entre el 27 y 28 de mayo en un lugar del Centro de Buenos Aires, gracias a la iniciativa de la Asociación Sistémica de Buenos Aires y la Sociedad Argentina de Terapia Familiar, presididas respectivamente por la Lic. Sara Jutorán y por la Dra. Ana Giller.

Tres órdenes de Cibernética se sucedieron, desarrollados con inteligencia y humor por ambos maestros. Así, no fue muy difícil imaginar a Bertrand Russell, en su agradable casa de las afueras de Londres, devanándose los sesos por una frase dicha dos mil años atrás, por el representante de otra de las columnas conceptuales de la Cibernética, Epiménides, un cretense qua al manifestar «soy un mentiroso», provocó más de un dolor de cabeza en las cabezas más lúcidas de la humanidad.

Miles de años transcurrieron los seres humanos en la cibernética de orden cero, el orden de la cibernética implícita, aplicada pero no reflexionada.

A mediados de la década del 40, un grupo de científicos de las más diversas ramas, y con el apoyo de la Fundación Macy, observaron que hay ciertas diferencias entre lo que hay adentro y lo que hay afuera de los sistemas: comienza la era de la cibernética de primer orden. La cibernética de primer orden comienza cuando se empieza a conceptualizar los modelos con los que describimos los sistemas que observamos.

Las reflexiones sobre las reflexiones nos sumergen, hace aproximadamente veinte años, en la cibernética de segundo orden… y hasta aquí llegamos, pues según el profesor Von Foerster no existe un orden más elevado, cuando se reflexiona sobre la reflexión se cierra el círculo.

La única verdad es la realidad

Sí, pero ¿cuál realidad? En el proceso de observación y explicación podemos elegir no preguntarnos por el observador, y validar las experiencias por referencia a objetos independientes del observador, o podemos aceptar la pregunta por el observador. Tomar un camino u otro depende, según Maturana, de la emoción. En el segundo camino me hago cargo de lo que digo, el otro no está equivocado, está en otra realidad.

En el primer camino uno nunca es responsable: no soy yo quien afirma tal cosa, es la realidad objetiva. En el primer camino, el de la objetividad, existe la tolerancia, «uno no acepta al otro pero lo deja estar por un rato «.

En el segundo camino, el de la (objetividad), no existe la tolerancia, porque el otro tiene otra realidad «aquí uno no es mejor, pero se da cuenta de que es malo».

La profundidad ética de estas cuestiones me llevó a pensar, en un determinado momento, qua la humanidad se hubiera ahorrado muchos muertos con sólo sacar esto de los libros y de los encuentros de especialistas.

A las seis de la tarde de un frío sábado de mayo de 1988, dos mil años después de las famosas fiestas en casa de Lisistrato, un neurofilósofo y un mago (su antigua profesión), llamados Humberto Maturana y Heinz von Foerster, agregaron una vuelta más al camino del conocimiento. El público, agradecido.

* El Profesor Heinz von Foerster, cibernetista, físico, matemático y filósofo, profesor emérito de Biofísica, Fisiología e ingeniería Electrónica de la Universidad de Illinois, donde creó el renombrado Laboratorio de Computación Biológica.

El Dr. H. MaturanaHumberto Maturana Romesin : Co-fundador, del Instituto de Formación Matríztica. Doctor en Biología de la Universidad de Harvard, Premio Nacional de Ciencias en 1994 y Creador de la noción de Autopoiesis. Es autor entre otras obras de «Neurophysiology of Cognition», «Biology of Language», «Ontología del conversar», «De la Biología a la Psicología», «Objetividad un argumento para obligar» y «Del Ser al Hacer». Actualmente trabaja junto con Ximena Dávila en el desarrollo de la dinámica de la Matriz Biológica y Cultural de la Existencia Humana. El profesor Maturana ha creado desde su estudio de la percepción el campo de la comprensión ontológica del fenómeno del conocer, como un fenómeno biológico que denominamos biología del conocer y ha explorado los orígenes de lo humano a través de la biología del amar. Actualmente realiza su quehacer desde el entendimiento de la dinámica operacional que entrelaza la biología del conocer y la biología del amar que ha surgido en colaboración con Ximena Dávila Yáñez como un ámbito reflexivo operacional y que llaman Matriz Biológica y Cultural de la Existencia Humana.

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