Entre la semántica y la pragmática. Un diálogo con Guilem Feixas

En los últimos dos años, la terapia cognitiva ha cobrado un notable desarrollo. Entre sus filas se encuentra Guillem Feixas, director del Centro de Terapia Cognitiva de Barcelona, quien, basándose en la teoría de los Constructos de Kelly, desarrolla un modelo de terapia que une la semántica y la pragmática con los recursos teóricos que le proporcionan las epistemologías cognitiva y sistémica. 

Los Constructos de Kelly

Marcelo Ceberio (MC) : Después de tu formación en psicoterapia existencial, ingresaste en el mundo de la psicoterapia cognitiva que hoy te puede considerar uno de los mayores entendidos en la teoría de los Constructos de Kelly, ¿cómo llegaste a interesarte por su modelo?, ¿cómo se produjo este pasaje del existencialismo al cognitivismo?

GF: Sucedió cuando escogí el tema de investigación para una beca de doctorado. Me pareció que la teoría de los Constructos personales reflejaba en un aspecto psicológico lo que el enfoque existencial mostraba en el aspecto filosófico. Lo existencial me gustó por el planteo que propone respecto a temas como la libertad, lo que es el ser humano, etc.; pero en el terreno de la psicoterapia hablaba muy poco de técnicas. Me encontraba 

en un momento en el que como terapeuta en formación estaba ávido de procedimientos. El enfoque de Constructos de alguna forma me proporcionó ese ingrediente conceptual, académico y de metodología de estudio que necesitaba y al mismo tiempo, me dio los elementos propios de la terapia en si misma.

MC: Pero al mismo tiempo realizaste tu formación en Terapia Familiar sistémica en la Escuela de San Pau….

GF: Así es, simultáneamente inicié mi formación en terapia sistémica en la Escuela de Terapia Familiar de San Pau, con Juan L. Linares. Fue una formación paralela, por un lado estaba la universidad y la teoría de Constructos y por el otro, el hospital y la sistémica. Quizás para no volverme esquizofrénico, empecé a integrar…

MC: Complementariedad que hoy podríamos afirmar valiosa… 

GF: En aquellos momentos me di cuenta que en ciertas cuestiones aparentemente poco visibles, existían conexiones importantes entre una corriente y la otra; sobre todo en los años ´80, en donde el movimiento Sistémico comenzó a entender que comunicación no era sólo una vertiente pragmática sino también que co – existía con una cibernética que tiene en cuenta los significados y la semántica, las atribuciones y las expectativas. Afortunadamente, en un congreso en Cambridge me encontré con Harry Procter. El había realizado el mismo recorrido que yo pero 15 años antes. Aprendió la teoría de Constructos trabajando en Inglaterra en donde dicha teoría tenía más difusión y además, se había formado como sistémico. Presentó su tesis doctoral sobre los Constructos Familiares que es una integración teórica de una investigación llevada a cabo con varios casos de familia, en los cuales se observaron los significados compartidos y las interacciones. Ese hallazgo fue muy importante para mi. Viéndolo trabajar, compartiendo la tarea y formándome con él, confirmé que este enfoque resultaba muy útil.

MC: ¿En qué se basa este enfoque?.

GF: Cognitivamente, se observa cómo el trazar una diferencia es un dato básico para construir un significado. Esto lo dijeron al mismo tiempo Bateson y Kelly sin haber tenido ninguna conexión entre sí. La única conexión que podríamos señalar es que los dos investigadores se inspiraron en Korzibsky. Kelly llegó a esta misma posición muchos años antes, cuando Bateson estaba escribiendo «La teoría del doble vínculo». Pero no se trata que uno copió a otro. Bateson utilizó la teoría de una manera y Kelly de otra. Además, comparándolos, Kelly, que era psicólogo clínico, fue más limitado en sus capacidades intelectuales que Bateson que era una persona que tenía una visión global del conocimiento, como un Leonardo Da Vinci de la ciencia.

MC: ¡Quién no parecería intelectualmente pobre al lado de Bateson!. En aquellos días se desarrollaban investigaciones paralelas con los mismos objetivos y sus autores no se conocían entre sí. Hoy vivimos tiempos muy diferentes, con una red como Internet que nos conecta y nos informa acerca de las investigaciones y de la producción de trabajos. Ahora bien, ¿Cómo piensas la terapia cognitiva, hoy?, porque para los profesionales que ignoran estos modelos tan innovadores, en general homologan la terapia conductual con la terapia cognitiva, ¿qué diferencias podrías trazar?

Del conductismo al cognitivismo: «considerar el significado cambia el significado«

GF: No hay que culpar a estos profesionales porque la terapia conductista ha tenido la capacidad de incorporar muchas cosas nuevas, pero el cambio epistemológico es un cambio menos visible. Históricamente, el conductismo tuvo que hacer una evolución hacia lo cognitivo cuando admitió el aprendizaje no sólo por condicionamiento clásico y operacional sino por aprendizaje. Si yo te veo a ti y aprendo algo, eso quiere decir que algo ocurre en mi mente que simboliza lo que he visto y me permite retenerlo para luego aplicarlo. Eso supone la existencia de procesos simbólicos no observables y es lo que les ha creado un problema enorme: ellos querían quedarse en lo observable o mensurable y solamente resulta cuantificable a través del autoinforme que como todos saben es una medida poco fiable. 

MC: Pero en la actualidad, en la línea conductista existen diferentes concepciones acerca del aprendizaje…

GF: Hay cuatro grandes formas de aprendizaje: el condicionamiento clásico, el operante, el observacional y finalmente Beck y Ellis – que se subieron al carro, desertando del psicoanálisis- señalaron que también existe un aprendizaje cognitivo. Pero siempre, aún hoy, con la duda y la resistencia de si lo cognitivo añade algo a lo conductista. En cambio, algunos de los investigadores que fueron los protagonistas más destacados del paso de lo conductista a lo conductista – cognitivo -como por ejemplo Michel Mahoney y Donald Michelbaun-, se dieron cuenta de que ese enfoque era muy limitado, que en el momento en que consideramos el significado todo cambia de significado, valga la redundancia. Es decir, si consideramos que la conducta tiene un significado, las emociones y todo lo que ocurre tiene un significado. El foco del trabajo tiene que estar centralizado en tales procesos de producción de sentido y si la conducta (si bien es algo que normalmente no lo reconocen tanto) es interacción con otros, afecta las propias estructuras de significado. 

MC: Desde esta perspectiva, se abandona la concepción que asocia pensamiento con cognición…

GF: Mahoney hizo la revolución dentro de las revoluciones. Planteó la idea de que cognición no es sinónimo de pensamiento, sino que cognición, tiene que ver con un proceso más complejo referido a atribuir significado a la experiencia, proceso que no se realiza pensando ya que significar es un proceso mucho más abarcativo. Se recuperó la raíz etimológica de la palabra cognición, el conocimiento como una actividad básica, más holística, en el cual hay un conocimiento explícito y un conocimiento tácito. Por esta formulación Mahoney fue acusado de acercarse al Psicoanálisis. Se empezó a reconocer una serie de elementos inconscientes de la persona pero no de aquellos con los contenidos que le atribuía Freud sino simplemente como un saber no explicable.

MC: Como una estructura conceptual, donde se ubican pautas socioculturales y familiares, códigos, sistema de creencias y valores, etc.

GF: Sí, a mi juicio han tenido siempre un cierto reconocimiento de lo interaccional y lo supraindividual, pero no como en el modelo sistémico cuyo foco del trabajo es ese. Los cognitivos constructivistas -así es como Mahoney sugirió llamarle a este nuevo enfoque-, se basaron en los estudios de constructivismo de Maturana, Varela, von Foerster e inclusive los constructivistas puros tienen en cuenta todo lo que ocurre en la interacción pero no es su foco de análisis. 

La cognición : un metanivel

MC: Entonces ¿ cómo considera el cognitivismo al aprendizaje?.

GF: No se considera al aprendizaje cognitivo como un aprendizaje más que se suma a otros aprendizajes, sino que de alguna forma todo tiene que ver con el proceso de otorgar significados. La manera como yo lo reformulo es distinguiendo entre fenómenos psicológicos, por ejemplo pensar, soñar, sentir hacer cosas, etc., es decir conducta, emoción, acción, actividad onírica, esos son fenómenos que ocurren en el vivir. Pero otra cuestión distinta es la cognición, la cognición tiene que ver con el proceso de dar significado a la experiencia. Y nada de lo que ocurra en el vivir es independiente de este proceso, o sea, los conductistas dicen: cognición es pensamiento, entonces ¿un pensamiento causa la acción o la acción causa al pensamiento?. Este planteo es cerrado desde el inicio porque pensamiento y emoción son fenómenos psicológicos que suceden en el proceso de vivir; pueden ocurrir primero uno y luego el otro y viceversa pero que ocurra uno antes que otro no indica que uno cause al otro.

PS: Si partimos de una epistemología circular, resultaría lineal pensar en la búsqueda de un origen. Si el otro intenta comunicarnos algo y yo construyo algo acerca de lo que el otro dice y siento algo a partir de lo que construyo, estoy realizando una secuencia lineal del proceso. Por qué no entender tal secuencia como un proceso recursivo, en donde emoción y pensamiento se reactivan circularmente e incorporar la acción dentro de este proceso. Además, en última instancia, cuando uno trabaja en las entrevistas con preguntas circulares abarca pensamiento, emoción y acción, y estos tres elementos van circulando circularmente. ¿Cómo lo piensas?.

GF: Estoy de acuerdo. El hecho que digamos alguien me dijo algo y yo pensé tal cosa y luego sentí tal cosa es una puntuación de un proceso mucho más complejo. Entonces, el problema está en confundir pensamiento con cognición. Dentro de la cognición distinguiría entre procesos cognitivos, estructuras cognitivas y contenidos.

PS: La cognición es un metanivel…

GF: Exactamente. Las emociones que sentimos tienen significado y por tanto, están conectadas con la cognición pero no necesariamente con el pensamiento. Que estén conectadas con el pensamiento o no depende de la secuencia concreta. Lo importante es entender que todo lo que sentimos o todo lo que pensamos tiene que ver con nuestras estructuras de significado. La estructura de significado nos da un cierto sentido de identidad, o sea, de ser los mismos ahora que hace cinco minutos, cinco meses o cinco años. De acuerdo a la flexibilidad o la rigidez de la estructura de significado incorporaremos o no, novedades. Las estructuras cognitivas limitan el tipo de proceso, pero para entenderlo necesitamos una teoría que nos explique como es tal estructura pero no el pensamiento. El pensamiento es un producto puntual que emerge como la emoción, es decir, lo que siento también me hace modificar cosas, como proceso recursivo es imparable: mientras estamos vivos estamos procesando.

PS: Guillem, en función de lo que estás desarrollando, podríamos definir a tu modelo de trabajo como un cognitivismo sistémico.

GF: Bueno, mi modelo de trabajo está inspirado en estas ideas que te transmito: en principio la teoría de Constructos. Lo que me satisface de esta teoría es este aspecto tan de constructo personal. Harry Procter señala que los sistemas de construcción personal suponen un posicionamiento más alto, dentro del sistema de construcción, que el familiar, que a la vez supone una interpretación de un sistema cultural más amplio.

PS: Creo que hoy debemos hablar de las cogniciones de la cibernética de la relación, porque si nos quedamos en el marco de la polaridad cibernética o el de la polaridad cognitiva, estamos mancos de alguna manera. Dentro de este modelo de trabajo terapéutico, ¿cuáles son las estrategias que calzan mejor a tu estilo como terapeuta?. Porque todos los terapeutas tenemos técnicas o estrategias que se amoldan mejor a nuestro chaleco conceptual, a nuestro mapa…

GF: Bueno, Kelly no generó un conjunto de técnicas ni un método, como otras corrientes cognitivas constructivistas por ejemplo la de Victorio Guidano que ha generado su propio método: 1) reconstrucción de la experiencia inmediata; 2) reconstrucción del aspecto afectivo; 3) análisis evolutivo. Por el contrario, el enfoque de Kelly está centrado en cómo funciona la cognición. Por ejemplo a Kelly le decían Usted es cognitivo y él decía no estoy de acuerdo, -porque cognitivo en los ´50 significaba no ser emocional-. Es una teoría sobre como se cambian los significados, como operan, por qué alguien prefiere no cambiar antes que cambiar, de forma que le permita mantener su sentido de coherencia. Para mi esta teoría llena un vacío muy importante en la sistémica y es que cuando la sistémica se ha dado cuenta que en la interacción de los sistemas la comunicación no es sólo pragmática, le han faltado instrumentos para describir la semántica. Atribuciones ha importado de la Psicología, Psicología social, pero cómo funciona la cognición, por qué la gente está dispuesta a cambiar algunas atribuciones y otras no, cómo se integra un sentido de identidad personal en la identidad sistémica; todo esto es un tema que no está tratado en profundidad todavía.

A propósito de las emociones…

MC: Otro punto interesante es el de las emociones. Es un tema que comenzó a trabajarse en terapia sistémica hace menos de diez años atrás. El plano de lo emocional había estado relegado. Los primeros trabajos tomando que tuvieron en cuenta este aspecto, fueron los de Virginia Satir; luego se sumaron también los de Juan Linares quién desarrolló el concepto de nutrición emocional . ¿Cómo analiza el plano emocional la terapia cognitiva?.

GF: Las emociones son fenómenos psicológicos, igual que los pensamientos y las conductas. Tienen la particularidad de que están, como todos los fenómenos psicológicos, llenas de significado y hay que entenderlas como un fenómeno que tiene que ver con el significado. Si yo tengo que hablar en público empiezo a sentir determinadas emociones, eso no es independiente del significado que le estoy dando a tal situación. Puede pasar por un pensamiento o no; el significado que le estoy dando es otra cosa, no es lo que estoy pensando. La idea esencial, es que – en primer lugar- las emociones tienen que ver con el significado; – la segunda- es que cuando las emociones son muy intensas tienen que ver con significados de alto valor en la estructura, es decir significados que tienen que ver con la identidad, a estos los llamamos constructos nucleares que sirven para seguirme sintiendo yo quien soy. Cuando esto está afectado para mal porque se ve amenazado o para bien porque resulta que me siento expandido en mi sentido de identidad, por ejemplo, cuando amo o tengo emociones positivas, el tipo de fenómeno psicológico que vivo es de tipo emocional. Las emociones son muy importantes, porque están directamente conectadas con lo que es nuclear en la estructura cognitiva y además normalmente estas estructuras son tácitas, es decir, escapan fácilmente a la verbalización adecuada. Por lo tanto, muchas veces la única forma de acceder a las estructuras cognitivas más nucleares es a través del afecto y emociones.

MC: Cuando un ser humano transita por afectos profundos, es allí donde se desencadenan los elementos más nucleares de la personalidad. La persona puede manejar más disociadamente -por así decirlo- sus actitudes, cuando no hay una conexión emocional muy profunda.

GF: Claro, porque la parte más emocional se implica cuanto más involucrado se está en una relación.

PS: Dentro de tu estilo terapéutico ¿puedes trabajar con una pareja o con una familia?.

Constructos personales y constructos familiares: interacción y cognición 

GF: Sí. Pienso que es importante, y hemos avanzado mucho, en distinguir la forma de pensar el formato de la terapia. La ventaja que tiene un enfoque cognitivo constructivista sistémico, es que no es dependiente de un contexto, es decir me permite hacer una conceptualización de lo que le pasa al individuo o a la familia sin tener que cambiar de modelo. El mismo modelo me permite observar lo que ocurre a nivel de constructos personales y constructos familiares. En este punto la pieza clave es la interacción. La pragmática no debe desterrarse, sigue siendo útil. Ese es el problema que tuvo Bateson cuando habló de una mente que va más allá del cráneo, más allá de la piel. Si con mi familia tengo algo en común en nuestra mente, ¿cómo es que se comunica? ¿mediante vasos comunicantes o con un electrodo que se pone en nuestras cabezas?. No, es a través de una interacción, en la pragmática, en la conducta entre personas donde se ponen en juego nuestra construcciones, donde las comunicamos, cambiamos y expresamos…

MC: Donde compartimos y trazamos diferencias…

GF: Exactamente, ahí es donde ocurre todo: en la interacción. Lo que sucede es que la interacción no se puede analizar independientemente de los significados personales y familiares que implica. Lo que me aporta la teoría de Constructos familiares, es un esquema para entender todo esto en congruencia con los distintos niveles de ánalisis y ese constituye para mi, el aporte fundamental de esta teoría.

MC: Entonces, la teoría de los Constructos brinda un aval epistemológico pero no posee una metodología.

GF: No hay una aporte particular a nivel técnico. La teoría de Kelly es un enfoque que sirve para entender las cosas de forma amplia, para diseñar objetivos y estrategias. Estrategias que responden a la pregunta de qué es lo que quiero conseguir, tanto si me interesa flexibilizar un sistema que tenga en cuenta más alternativas que solo dos, como si deseo hacer más flexible una entidad que le permita a la persona entenderse como alguien que está en esta situación y también en esta otra, ¿pero cómo hacer eso?. No obstante, hay que aclara que Kelly planteó algunas técnicas que en general utilizó poco. No es su riqueza técnica lo valioso del modelo. Técnicamente se lo puede considerar un ecléctico. 

MC: Pero a veces el término ecléctico da a entender muchas cosas. ¿Quiere decir que vos utilizás diferentes recursos que aprendiste de otros modelos en tu formación?.

GF: Yo puedo utilizar por ejemplo, hipnosis, técnicas de terapia familiar clásicas y modernas, preguntas circulares, etc., siempre y cuando todo eso sea coherente con la hipótesis que he realizado sobre cuáles son los procesos de construcción que están implicados en el problema y en la demanda. En este sentido, yo me siento con mucha flexibilidad, normalmente prefiero preguntar al cliente cuáles son las que a él le gustaría emplear, pero como sólo en algunos casos el cliente tiene idea de cómo resolver esas cosas, en la parte técnica sólo en pocas ocasiones se puede llegar a una verdadera co –

construcción.

MC: A tu criterio, ¿cuál sería la técnica o la estrategia más característica?.

Reformulación : el aspecto semántico de la comunicación 

GF: Yo creo que la más característica es la reformulación. Cuando se plantea la reformulación en el libro Cambio de Watzlawick en 1974 y posteriormente en otros textos, se explica claramente cómo se debe realizar, pero me falta responder una pregunta, ¿qué es lo que pretendes al reformular, cual es el objetivo?. Cuando te lo cuestionas, vas a la teoría inmediatamente y ves que no hay teoría. Es reformular por reformular, o sea, otorgarle un significado distinto, pero, ¿qué tipo de significado?: estás intentando cambiar de polo, sustituir otro constructo o variar el ámbito de conveniencia. 

MC: También es importante que contextualicemos el momento en que se escribió el texto. Eran los comienzos de la construcción de un modelo. La intervención se veía efectiva en la pragmática, pero faltaba una explicación desde la semántica que posiblemente los cognitivistas lograron darle cuerpo teórico.

GF: Claro, porque en aquel momento era una reformulación para vender mejor la intervención. Luego se dieron cuenta de que cambiar el significado por sí mismo ya era importante, inclusive más que la propia prescripción paradójica o de cualquier tipo. La reformulación suponía un cambio de significado, cosa en la que tuvo que ver la revolución cognitiva de principios de los ´80: admitir que la comunicación también era semántica.

MC: En relación a las atribuciones de significado, cómo podemos hablar de un problema para la familia si existen distintas construcciones en cada integrante acerca del problema. A propósito, ¿piensas que la construcción de un problema sería una atribución de significado por sobre una dificultad?.

GF: El problema es algo que se ha distinguido como problemático por alguien y que genera un dolor. Como idea, incorporar la noción de sistemas determinados por el problema de Harry Goolishian me parece perfectamente pertinente porque de alguna forma, definir a algo como problema supone trazar una distinción y eso implica tanto a las personas que participan de esa distinción y la comparten normalmente como también implica al paciente identificado. Por eso, me parece una elaboración muy precisa y útil. 

MC: Desde esta perspectiva, ¿piensas que se debe convocar siempre a t oda la familia?.

GF: El problema de con quien trabajas, si con la pareja, el individuo o la familia, es un problema de orden práctico, no es un problema de orden teórico, es distinto el modelo conceptual con el que trabajo que el formato. El formato terapéutico dependerá de muchas cosas y en ese sentido siempre pretendo tener un contexto lo más amplio posible, de las personas que participan de la definición de esa dificultad como problema. Esto es un proceso muy negociado con los clientes, el hecho de trabajar a veces con una familia, a veces con solo un individuo, es una decisión que en sí misma tiene un significado importante. Por ejemplo, cuando una esposa no quiere traer a su esposo a terapia aunque te diga que el problema tiene que ver con la relación, eso ya supone un significado y una decisión. La cuestión de con quien trabajar es un problema de orden práctico. Por lo tanto, cuando empieza un caso, nunca sé si voy a trabajar con el individuo, con la familia o con quien sea, no tengo un formato rígido, debo acomodarlo a la situación en particular.

Presente y futuro de la psicoterpia

MC: Si realizamos un recorrido histórico, creo que coincidís que la terapia fue transformándose y adaptándose a los diversos contextos y épocas, ¿cómo pensás la psicoterapia del siglo XXI?.

GF: Me la imagino expandiéndose en el terreno de este biologismo creciente, que existe como tendencia mundial. Propulsada por varios grandes motores, por un lado el biologismo como reduccionismo teórico, por el otro, el poder económico de los laboratorios y por último, el poder económico de un estado de bienestar – que cada vez es menos estado de bienestar- y que requiere intervenciones más breves y más puntuales. Veo que la psicoterapia va perdiendo terreno, porque los terapeutas en general tenemos poca visión de futuro en una perspectiva global y hemos hecho poca investigación para demostrar que si organizáramos la salud mental atendiendo a los significados y a los significados compartidos, etc., podríamos hacer un sistema igualmente rentable, sin necesidad de medicar tanto y con muchos menos efectos secundarios. Pero como no hemos demostrado su eficacia, ni hemos tenido suficiente persistencia y como cada vez hay menos servicios orientados de manera psicológica, se van perdiendo sistemáticamente campos de actuación. 

MC: Parece ser que en lugar de desestructurar esa antigua dicotomía mente – cuerpo, se reforzara más…

GF: Cada vez aparece alguien que ha encontrado un gen para el alcoholismo o para la timidez social, entonces, a partir de ahí erróneamente se justifica el correlato biológico con la intervención biológica. Somos seres vivos, todo tiene correlato biológico. Esta conversación tiene correlato biológico, la lectura que pueda hacer un lector de este escrito tiene correlato biológico. Si algún día recuerda lo que está pasando quiere decir que alguna estructura de su ARN o de su red subjetiva neuronal ha cambiado para poderlo recordar. Una conversación cambia neuronas o estructuras subjetivas, todo tiene correlativo biológico, pero eso no justifica que la mejor descripción de nuestra conversación se haga en relación a parámetros biológicos. Nos meten el concepto de que como tiene base biológica, mejor no intervenir psicoterapéuticamente y debe intervenirse biológicamente y eso hasta a veces los psicólogos nos lo creemos, eso me parece un error que nos va a costar muy caro.

MC: Indudablemente que introducirnos en este tema, abarca un radio social, político, económico, cuestiones de ética y responsabilidad profesional, etc., y daría para una nueva entrevista. Concluyendo, en relación a esta perspectiva futura, ¿qué le podrías aconsejar a un psicólogo que se está formando?

GF: No hay nada más práctico que una buena teoría, se dijo hace mucho tiempo. O sea que elija una teoría que no lo encorsete en las técnicas, que no limite su creatividad que no sea reduccionista. Luego que intente fomentar la investigación y que no se excluya del juego mundial de la eficacia. Hay que conseguir demostrar la eficacia: la mujer del César no solo tiene que ser honrada sino también parecerlo. No podemos eludir esta responsabilidad, porque a lo mejor nuestra práctica privada o nuestros libros se seguirán vendiendo, pero tenemos que pensar en la generaciones siguientes. Y esto no es un consejo para un terapeuta principiante, es un consejo para mi y para todos los de mi generación y para las generaciones anteriores a la nuestra, que han vivido bien de proclamar sus modelos a partir de demostrar que buenos terapeutas son y que buenos clínicos eran. Pero eso no es suficiente, si tenemos una perspectiva más global por lo tanto más sistémica y si nos consideramos verdaderamente sistémicos, tenemos que investigar para crecer y desarrollarnos.

(*) Esta entrevista fue publicado en el nº 58 de Perspectivas Sistémicas

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