Terapia de Pareja: «Urgencia de Mismidad» o «Apreciación de la diferencia»

Fragmento (*)

Las parejas suelen recurrir a la terapia por una serie de razones. Frecuentemente, los problemas representan dificultades que los miembros de la pareja tienen que aceptar, además de apreciar el hecho de que la percepción y experiencias en relación a eventos de la realidad son distintas a las suyas propias. Esta dificultad aparece cuando ellos creen firmemente que su enfoque de la realidad y de los hechos es el correcto y que están, de algún modo, dotados de mayor capacidad para ser objetivos, eludiendo –por alguna inexplicable razón- al otro miembro. Esta férrea creencia induce en ellos un incontrolable entusiasmo y la necesidad de que los demás compartan su mundo tal cual ellos lo perciben, como una «urgencia de mismidad». Sostienen la teoría de que la solución a las dificultades comunes en la relación requiere que el otro suscriba a la misma verdad. Esta teoría conduce a determinadas estrategias, que ellos consideran absolutamente justificables, tendientes a persuadir al otro de que necesita recuperar su sentido.

«Urgencia de mismidad»

Al experimentar uno de los miembros de la pareja una intensa «urgencia de mismidad», el resultado suele ser la separación o la exitosa subyugación del otro. Si la subyugación del miembro B tiene lugar, el miembro A se apodera de las percepciones y experiencias de la realidad del miembro subyugado. Esta desvalorización del miembro B lo tornará vulnerable, depresivo y propenso a la medicación.

Llegado este punto, el miembro B puede ser incluso depositario o blanco de abuso físico, pues el miembro A se siente con derecho al castigo corporal para mantener al miembro B en la senda correcta. (En estas circunstancias, el miembro A es generalmente hombre). El miembro A está convencido de su derecho a sentirse enojado.

Pero si ambos miembros de la pareja experimentan esta «urgencia de mismidad» simultáneamente, el resultado es distinto. Se establece una relación simétrica o competitiva en la cual las dos partes involucradas aplican su energía y creatividad a fin de establecer indiscutibles pruebas de que el otro está equivocado.

Al abrirse nuevas brechas de significados y experiencia en disputa, los integrantes de la dupla van «intoxicándose» de enojo con el concomitante derecho que cada uno siente en relación a ello. Esta confrontación va en sentido de espiral ascendente…(Continua)

Notas

(El artículo completo se encuentra en el nº 80 de Perspectivas Sistémicas – «Parejas: La Pasión y la Clínica»-, correspondiente al bimestre Marzo/ Abril del 2004, con toda la información de cursos y eventos de la primera parte del año. En venta en kioscos y librerías especializadas de Capital Federal y por suscripción en el interior y en el exterior del país) 

(*) Director del Centro de Terapia Familiar de Dulwich, Adelaida, Australia. Ex-director del «Australian Journal of Family Therapy»

Bibliografía

Bateson, G.: 1980, Espíritu y NaturalezaAmorrortu Editores.

White, M.: 1986, The Conjoint Therapy of men who are violent and the women with whom they’live, Dulwich Centre Newletter, Spring.

White, M.: 1986, Negative explanation, Restraint, and double description: A template for family therapy, Family Process, 25:2.

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