Fragmento
«…Canten y bailen juntos y estén alegres, pero cada uno de Uds. sea independiente.
Kalil Gibrán
Las cuerdas del laúd están solas, aunque vibren con la misma música…
Y estén juntos, aunque no demasiado juntos, porque los pilares del templo están distantes.
Y ni el roble crece bajo la sombra del ciprés ni el ciprés bajo la del roble…».
Entiendo el juego entre dependencia/ independencia en la pareja, como una construcción relacional, en un registro totalmente subjetivo.
La pareja se constituye en un paradigma de relación dependiente: cada uno depende del otro; pero no de una manera total y absoluta. Por lo menos, en el mejor de los casos.
Claro que si «mi vida depende de vos» la relación puede ser tortuosa.
«Por que no me enseñaste como se vive sin ti»
En todo caso, podemos formularnos la siguiente pregunta: ¿qué hace que alguien se sienta así en una relación y hasta encuentre cierto goce en ello y, aún más, disfrute el decirlo? («Por qué no me enseñaste como se vive sin ti«, dice el bolero). Pero como también lo expresan las canciones, rápidamente pasa a sufrirlo. Y así nace un bolero. O un tango.
La dependencia total y absoluta del otro está presente en el período del enamoramiento y forma parte de la tan conocida ilusión de ser «dos pero como si fuéramos uno» o «el uno para el otro» o «dos almas gemelas», con pretensión de siamesas inseparables.
La contrapartida de esta situación es el deseo de que el otro sienta lo mismo por uno, o sea: que uno sea todo para el otro y que ese otro no necesite nada más que estar con uno, y de ser posible, todo el tiempo.
Esto, como sucede con todas las ilusiones, transcurrido cierto lapso, se rompe. Y lo peor es que muchas veces, no se rompe de los dos lados al mismo tiempo. O sea que hay siempre alguien que se queda pagando, con deseos aún de seguir siendo el todo, cuando del otro lado ya se es sólo una parte o, en algunos trágicos casos, ya no se es nada.
Si la pareja dura algo más que 9 semanas y media (como aquella famosa película protagonizada por Kim Basinger y Mickey Rourke), podemos lograr un grado de dependencia mutua aceptable y alternante en diferentes terrenos.
Dependencia: un juego relacional
La idea que quiero transmitir es que siempre que hay dependencia de un lado, la hay del otro. Por eso la dependencia la entiendo como un juego relacional. Este mutuo juego garantiza la perdurabilidad de la pareja.
¿Pero qué pasa cuando se empieza a sufrir la dependencia?. ¿O la independencia? (que sería como sufrir «nuestra» dependencia, si es que sufrimos la independencia del otro).
O ¿alguien puede sufrir la propia independencia (esto suena parecido al abandono o a la soledad)?.
La Pareja como un Saco
La pareja es como un saco: tiene que caer cómodo… (continúa)
(Marzo 2004)
Notas
(*) El artículo completo se encuentra en el nº 81 del periódico Perspectivas Sistémicas correspondiente a los meses de Mayo/ Junio del 2004, en venta en kioscos y librerías especializadas de Capital Federal o por suscripción en el interior y exterior del país ( esto último con tarjeta de crédito internacional por suscripción on line)
Los números 73 (Fe en el Vínculo) y 80 (Parejas: La Pasión y la Clínica) cuentan con varios artículos dedicados al tema de pareja.
(**) El Dr. Biscotti, terapeuta familiar, fue presidente de ASIBA (Asociación Sistémica de Buenos Aires), es consultor de Perspectivas Sistémicas y co- director de ISDEBA (Instituto Sistémico de Buenos Aires).