«La abeja creativa»
«La abeja por sus dimensiones, peso y forma no podría volar pero en los hechos, ella no lo sabe».
Texto de un cartel colocado en la entrada de la NASA
No hay un universo, existen millones, «tantos como pupilas e inteligencias humanas existan y despierten cada mañana».
Partiendo del concepto-metáfora de lo realista/ global y de la posición relativista/ local, Raúl Medina Centeno, reconocido colega mejicano, nos conduce a una apasionante relectura del paradigma sistémico constructivista construccionista. Utiliza para ello el recurso de relacionar complementariamente, la interacción entre lo global y lo local y entre el relativismo y el realismo, generando una metáfora que contempla la rica complejidad de nuestro paradigma y su aplicación práctica en la resolución de los conflictos humanos. La búsqueda de la analogía local en la figura vernácula de la iguana, puesta al servicio del caso clínico presentado, cierra el círculo de la reflexión teórica encarnada en un ejemplo concreto que permite «externalizar» (M. White) un problema y resolverlo, en el contexto del marco global del paradigma sistémico interactuando con el marco local narrativista.
En la prometida 2° parte del artículo del Dr. Ceberio, «El Mundo de los Miedos«, relacionado con el tratamiento de fobias y ataques de pánico, el autor despliega detalladamente las intervenciones, el seguimiento y evaluación de éstas a través de libretas y grillas que constituirán una herramienta fundamental para que el consultante controle y a la vez participe activamente, en su propio proceso de resolución de los síntomas y sobre todo, para que se produzca el deuteroaprendizaje batesoniano, o sea el aprender a aprender o también, el aprendizaje del cambio.
El artículo «La Resiliencia en la Terapia del Ofensor Sexual» de la Lic. Isabel Boschi, publicado en el número anterior de nuestra publicación, generó, como no podía ser menos tratándose de un tema controversial y catalizador de emociones encontradas, un apasionante debate, en un lenguaje académico en algunos casos y no tanto en otros. Elegimos un sólido y fundamentado análisis crítico, escrito por la Lic. Irene Loyácono, quien cuestiona, replica y aporta al tema con la actitud de aquel que con altura y con los conocimientos necesarios, busca ahondar en el tema y optimizar la clínica del abuso sexual. En el próximo número, publicaremos la exhaustiva y rigurosa réplica de la Lic. Boschi quien, con la idoneidad y humildad profesional que la caracteriza, agradece los comentarios de la Lic. Loyácono, amplía y aclara diversos conceptos de su artículo anterior a partir de los cuestionamientos planteados e incluso, en un gesto que la honra, invita a la colega con quien discute a participar en sus sesiones, invitación que fue aceptada con gusto y gran interés por la colega invitada.
Más allá del debate que indudablemente enriquecerá la psicoterapia en el conocimiento del desafiante tema en cuestión, este respetuoso intercambio de ideas aporta, no sólo en contenidos sino también y sobre todo, en aprendizaje de convivencia, en la posibilidad de alejarnos de los escenarios de antagonismos fundamentalistas para pasar al escenario del encuentro en las diferencias, compartiendo un espacio de diálogo que nutre y permite la co- evolución de las «especies» interdependientes, lo cual nos permite crecer como profesionales y como personas. Como editor, es un orgullo contribuir a ello porque definitivamente está en (remedando una vez más a Gregory Bateson) el «Espíritu y la Naturaleza» o si prefieren, en la ética y en la estética de esta publicación.
Concluyendo e invitándote lector/a a seguir acompañándonos en esta aventura intelectual – relacional – emocional, me despido hasta la próxima, parafraseando la frase de la cita inicial de este editorial:
«La abeja, (nuestros consultantes y nosotros mismos) por sus dimensiones, peso y forma (por nuestras creencias limitantes, percepciones, circuitos interactivos, intra e interpersonales esteriotipados) no podría/mos volar (aprender y cambiar) pero en los hechos, ella (nosotros y quienes nos consultan) no lo sabe/mos y esta sabia ignorancia, nos permite activar nuestros recursos en pos de soluciones impensables desde una lógica racionalista pero definitivamente propias del acto creativo que se atreve a dejar volar su imaginación.
Un abrazo,
Claudio Des Champs