Prólogo del libro «La Presencia de la Ausencia Terapia con Familias y Fantasmas», de Carlos E. Sluzki

Este es un libro que merece ser leído dos veces: la primera por el puro placer estético de sumergirse en la maestría del Dr. Sluzki en tanto narrador de historias breves; la segunda para permitirse pensar en profundidad, llevados por estos escritos, acerca de la naturaleza de la condición humana y del proceso de cambio.

A medida que leía los casos relatados, y su discusión, sentí muchas veces que estaba en presencia de un sabio que ha recorrido muchos caminos, reflexionando acerca de otras culturas y acerca de las consecuencias de su trabajo. Casi como prologo, el autor nos invita, por ejemplo, a revisitar una situación que aconteció en los albores de su carrera, cuando trató a un paciente psicótico fervientemente envuelto en un sistema delirante acerca de cómo salvar al mundo. Con la ayuda de medicamentos antipsicóticos el hombre mejoró, perdió sus voces, se deprimió, y acabó suicidándose. El recuerdo de ese caso parece permear su enfoque en muchas situaciones posteriores: «No mates al sueño; puede dañar al soñador.» 

En el transcurso de estas historias reales, este sabio experto elige caminos que resultan inesperados. Trabajando, por ejemplo, con una familia inmigrante musulmana en la que muchos miembros sufren pesadillas y visiones aterrorizantes, Sluzki los envuelve en una conversación interesante acerca del poder mágico de los sueños, las diferencias entre sueños buenos y sueños malos, y los significados del Corán acerca de las cualidades del soñar. En su conversación no aparecen en momento alguno alusiones a los efectos de la migración, los enfrentamientos culturales entre generaciones, la naturaleza de la organización esta familia, con su estructura jerárquica rígida, o la posición de la mujer en este contexto. Nos enteramos acerca de la presencia de esos interrogantes cuando el autor nos invita a reflexionar con él. La sesión se asemeja mas a una conversación entre vecinos amistosos, el terapeuta siempre respetuoso y curioso, ayudando a la familia a ampliar el rango de sus propias narrativas. Los deja ir para que continúen la expansión de su conversación, sin que ellos se percaten de que la voz de Sluzki los acompaña. 

Si bien resulta claro la influencia que ha tenido en Sluzki la orientación narrativa en terapia familiar, a la que él mismo ha contribuido, su terapia es muy idiosincrática. En el encuentro con la familia, él se permite entramparse en las narrativas que le proponen, serpenteando a través de territorios extraños, prestando atención cuidadosa a los detalles, y agregando, cuando le es posible, notas ligeramente discordantes que introducen ambigüedad en la historia familiar. Esas interferencias son amistosas, familiares, respetuosas y optimistas. Resulta claro que el tiene fe en que la familia posee recursos que puede utilizar, y en sus intervenciones les otorga (les presta) su esperanza. El efecto del trabajo de Sluzki me hace recordar un relato, tal vez de Jorge Luis Borges, en el que un viajero llega a una bifurcación y es invitado a tomar ambos caminos. Elige uno y comienza a transitarlo, pero escucha el eco de sus pasos caminando por la senda que no tomó. El estilo de Sluzki es minimalista, pero su influencia invisible es poderosa.

En algunas situaciones el mensaje «No mates a los sueños» se expande, sugiriendo, mas bien, con una formulación positiva: «Cultiva tus sueños; traerán consigo cambios que querrás aceptar.» Ese mensaje aparece claramente ilustrado en su trabajo clínico con una anciana que llega a la consulta acompañada por sus dos hijos muertos. En esa situación, con un pie en cada mundo, Sluzki acaba recomendándole que enseñe a sus hijos a que respeten su privacidad, a la que ella tiene derecho. Otras situaciones presentadas en el libro son mas complejas, ya que incluyen muchos niveles de trauma social, político, relacional e individual. En una de ellas podemos ser testigos de la habilidad de Sluzki en el manejo de los efectos destructivos de un régimen político despótico que demanda que tanto víctimas como testigos obliteren su memoria, eliminen sus recuerdos. Y dos años mas tarde, cuando una audiencia proveniente de la misma experiencia cultural observó la sesión, muchos de ellos fueron capturados por la memoria de ese miedo, por el miedo de recordar… y en el proceso, ayudados a recuperar su capacidad de ser libres. Carlos Sluzki es un observador político astuto así como un activista comprometido. Su análisis del ultimo caso presentado en este volumen lo muestra una vez mas como un clínico magistral, con la capacidad adicional de saber usar la descripción de una historia familiar para ilustrar un complejo universo de sombras.

Con este libro el Dr. Sluzki ha arrojado un guijarro en un lago social. Te ruego, lector, que observes los círculos que se expanden. 

Salvador Minuchin, Marzo de 2011

Nota sobre el autor del libro

El Dr. Sluzki es médico psiquiatra y terapeuta familiar. Ha sido editor de las revistas Acta Psiquiátrica de América Latina, Family Process y American Journal of Orthopsychiatry. Actualmente es profesor de Salud Global y Comunitaria y de Análisis y Resolución de Conflictos en la Universidad de George Mason Fairfax y Arlington, Virginia y profesor de psiquiatría en la Universidad George Washington. 

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